Por PL
La Habana, 10 dic.— Cuba celebra hoy el Día de los Derechos Humanos con una agenda política que privilegia a sus ciudadanos en toda su dimensión, una postura mantenida desde el inicio del proyecto social revolucionario.
La Habana, 10 dic.— Cuba celebra hoy el Día de los Derechos Humanos con una agenda política que privilegia a sus ciudadanos en toda su dimensión, una postura mantenida desde el inicio del proyecto social revolucionario.
Desde enero de 1959, el libre acceso a
la educación, la salud, al deporte y a la participación política
permitió a los cubanos sentirse respetados e incluidos en la
construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Uno de los logros en materia de derechos humanos fue el cuidado a las nuevas generaciones.
La isla caribeña exhibe resultados tangibles respecto a la protección de la niñez, de ahí que organizaciones internacionales destaquen un enorme nivel de seguridad para los infantes.
La Constitución cubana y los diferentes códigos, leyes y decretos emanados de la Carta Magna protegen y establecen medidas legislativas, judiciales y administrativas en apoyo de los niños.
Cuba constituye un ejemplo de sociedad equitativa, con la voluntad política de proteger a los menores.
Este segmento cuenta con escolarización plena, derecho a la participación y posibilidad de jugar en la calle, cuando en otras naciones es imposible por la inseguridad y la violencia.
Medios foráneos destacan que la mayor de las Antillas es un modelo en el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño y posee experiencias para mostrar al mundo en espacios como la educación y la salud, que son gratuitas y accesibles para todos.
Autoridades sanitarias de la nación antillana aseguran que los infantes están protegidos contra diferentes enfermedades, entre ellas poliomielitis, tuberculosis, difteria, tétanos, tosferina, sarampión y hepatitis.
El viceministro de Relaciones Exteriores Abelardo Moreno dijo en una ocasión que no es casualidad que de los 600 millones de niños pobres y desamparados en el mundo, ninguno sea cubano.
En Cuba el respeto por el ser humano y sus derechos van mucho más allá de las fronteras nacionales, y prueba de ello lo constituye el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve.
La agrupación brindó solidaria asistencia en Sierra Leona, en Guinea y Liberia, en el combate al ébola, y en Nepal tras devastadores terremotos que ocasionaron más de ocho mil muertos.
El contingente -que ya cumplió importantes misiones humanitarias en diferentes latitudes -contribuye no solo a devolver la salud a los pueblos, sino a su dignidad y derechos humanos.
Uno de los logros en materia de derechos humanos fue el cuidado a las nuevas generaciones.
La isla caribeña exhibe resultados tangibles respecto a la protección de la niñez, de ahí que organizaciones internacionales destaquen un enorme nivel de seguridad para los infantes.
La Constitución cubana y los diferentes códigos, leyes y decretos emanados de la Carta Magna protegen y establecen medidas legislativas, judiciales y administrativas en apoyo de los niños.
Cuba constituye un ejemplo de sociedad equitativa, con la voluntad política de proteger a los menores.
Este segmento cuenta con escolarización plena, derecho a la participación y posibilidad de jugar en la calle, cuando en otras naciones es imposible por la inseguridad y la violencia.
Medios foráneos destacan que la mayor de las Antillas es un modelo en el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño y posee experiencias para mostrar al mundo en espacios como la educación y la salud, que son gratuitas y accesibles para todos.
Autoridades sanitarias de la nación antillana aseguran que los infantes están protegidos contra diferentes enfermedades, entre ellas poliomielitis, tuberculosis, difteria, tétanos, tosferina, sarampión y hepatitis.
El viceministro de Relaciones Exteriores Abelardo Moreno dijo en una ocasión que no es casualidad que de los 600 millones de niños pobres y desamparados en el mundo, ninguno sea cubano.
En Cuba el respeto por el ser humano y sus derechos van mucho más allá de las fronteras nacionales, y prueba de ello lo constituye el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve.
La agrupación brindó solidaria asistencia en Sierra Leona, en Guinea y Liberia, en el combate al ébola, y en Nepal tras devastadores terremotos que ocasionaron más de ocho mil muertos.
El contingente -que ya cumplió importantes misiones humanitarias en diferentes latitudes -contribuye no solo a devolver la salud a los pueblos, sino a su dignidad y derechos humanos.
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