Por Bárbara Aroche Cuadro
Santiago de Cuba, 10 dic.— Hablar de derechos humanos es igual a decir aquellos derechos con que el estado ampara a todos sus ciudadanos sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.
Santiago de Cuba, 10 dic.— Hablar de derechos humanos es igual a decir aquellos derechos con que el estado ampara a todos sus ciudadanos sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.
Con el triunfo de la Revolución en Cuba
comienza una era de perfeccionamiento y cambios sociales por medio de
los cuales se reconoce y ampara a cada ciudadano en virtud de las nuevas
oportunidades que tiene de realizarse en la sociedad.
La creación de organizaciones que contribuyen y se sustentan en estos derechos garantizó el amparo de todas las personas con discapacidad. En Santiago de Cuba, existen ejemplos que muestran como se han cumplido con estos derechos desde diferentes aristas sociales.
A pesar de las carencias existentes que afectan e impactan de manera negativa la buena marcha de estrategias de participación social, los niños y niñas con discapacidad visual, cuentan con centros educacionales especiales, en el que desarrollan un proceso docente educativo que los conduce a la plena inserción en la sociedad, de igual manera otras personas con discapacidad físico motoras e invidentes disfrutan de la práctica de actividad física, asisten a la superación profesional y hasta optan por un título universitario.
Para ellos participar en galas culturales y hacer sus propias representaciones como aficionados es una ocasión para sentirse plenos, tener su espacio que los complementa como ciudadanos integrados a la sociedad sanos y felices.
Igualmente las féminas santiagueras disfrutan de una casa de orientación a la mujer y la familia para aquellas mujeres que necesiten de ayuda profesional y humana gozando de pertenecer a una organización que las agrupa y que siempre representará sus intereses en aras de la emancipación y la igualdad de derechos.
La creación de organizaciones que contribuyen y se sustentan en estos derechos garantizó el amparo de todas las personas con discapacidad. En Santiago de Cuba, existen ejemplos que muestran como se han cumplido con estos derechos desde diferentes aristas sociales.
A pesar de las carencias existentes que afectan e impactan de manera negativa la buena marcha de estrategias de participación social, los niños y niñas con discapacidad visual, cuentan con centros educacionales especiales, en el que desarrollan un proceso docente educativo que los conduce a la plena inserción en la sociedad, de igual manera otras personas con discapacidad físico motoras e invidentes disfrutan de la práctica de actividad física, asisten a la superación profesional y hasta optan por un título universitario.
Para ellos participar en galas culturales y hacer sus propias representaciones como aficionados es una ocasión para sentirse plenos, tener su espacio que los complementa como ciudadanos integrados a la sociedad sanos y felices.
Igualmente las féminas santiagueras disfrutan de una casa de orientación a la mujer y la familia para aquellas mujeres que necesiten de ayuda profesional y humana gozando de pertenecer a una organización que las agrupa y que siempre representará sus intereses en aras de la emancipación y la igualdad de derechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario