Por Yulia Nela González Bazán
Santiago de Cuba, 10 dic.— Desde el mismo momento de la llegada al mundo todo ser humano debe contar con los más elementales derechos civiles, políticos, culturales, económicos y sociales.
Santiago de Cuba, 10 dic.— Desde el mismo momento de la llegada al mundo todo ser humano debe contar con los más elementales derechos civiles, políticos, culturales, económicos y sociales.
Hecho
que fuera refrendado por la Asamblea General en 1948 con la aprobación
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por tanto el acceso y disfrute de las diferentes vertientes y manifestaciones de la cultura también se reafirman cada 10 de diciembre, día de los derechos humanos.
Entonces crear las condiciones para que niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores se adentren en el apasionante mundo de las artes y las letras es un deber que atañe a los gobiernos de todas las naciones de nuestro planeta.
En nuestro país, esta noble idea se materializa desde edades bien tempranas, ya sea a través de los diferentes centros educacionales, donde se le garantiza al estudiantado una formación general integral; o mediante el sistema de casas de cultura diseminadas por todo el territorio nacional, a donde pueden vincularse todos aquellos con inquietudes y aptitudes artísticas.
También con la posibilidad de ingresar a los diferentes centros de enseñanza artística, sin que medie ningún tipo de discriminación, ya sea por sexo, raza, o procedencia social.
En Cuba se abren las puertas de teatros, salas de conciertos, cines, galerías, librerías y de todas las instituciones culturales en general para todos los que deseen alimentar el espíritu y pasar un momento agradable junto a sus seres queridos.
Es la cultura uno de los baluartes de nuestra sociedad, y a ella tenemos acceso todos.
Por tanto el acceso y disfrute de las diferentes vertientes y manifestaciones de la cultura también se reafirman cada 10 de diciembre, día de los derechos humanos.
Entonces crear las condiciones para que niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores se adentren en el apasionante mundo de las artes y las letras es un deber que atañe a los gobiernos de todas las naciones de nuestro planeta.
En nuestro país, esta noble idea se materializa desde edades bien tempranas, ya sea a través de los diferentes centros educacionales, donde se le garantiza al estudiantado una formación general integral; o mediante el sistema de casas de cultura diseminadas por todo el territorio nacional, a donde pueden vincularse todos aquellos con inquietudes y aptitudes artísticas.
También con la posibilidad de ingresar a los diferentes centros de enseñanza artística, sin que medie ningún tipo de discriminación, ya sea por sexo, raza, o procedencia social.
En Cuba se abren las puertas de teatros, salas de conciertos, cines, galerías, librerías y de todas las instituciones culturales en general para todos los que deseen alimentar el espíritu y pasar un momento agradable junto a sus seres queridos.
Es la cultura uno de los baluartes de nuestra sociedad, y a ella tenemos acceso todos.
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