Por Rosalina Tamayo Arañó
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 13 sep.— En estos tiempos en que hay una mayor apertura a visitar otros países, donde se conoce la realidad del mundo de primera mano, son muchos los que afianzan sus sentimientos patrióticos o definitivamente reniega de la tierra que los vio nacer.
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 13 sep.— En estos tiempos en que hay una mayor apertura a visitar otros países, donde se conoce la realidad del mundo de primera mano, son muchos los que afianzan sus sentimientos patrióticos o definitivamente reniega de la tierra que los vio nacer.
La inmensa mayoría de los cubanos están
orgullos de serlo independientemente de que vivan o no en el país,
porque el patriotismo es un pensamiento que vincula a un individuo con
su patria o la tierra adoptiva a la que se sienten ligado por
determinados valores, afectos, cultura e historia; es el equivalente
colectivo al orgullo que siente una persona por pertenecer a una familia
o una nación.
Cuando saltamos de emoción ante la actuación del equipo de voleibol masculino, sufrimos las victorias o derrotas del béisbol en el terreno internacional, defendemos con asión a las avispas santiagueras, estamos expresando nuestro patriotismo.
Al rendir tributo a los héroes, al sentirnos orgullosos de los colaboradores internacionalista cuando los hermanos del mundo agradecen cuanto hacen por ellos, al emocionarnos al entonar las notas de nuestro himno nacional, al desfilar en apoyo a nuestro proyecto social, al cantar junto a los artistas isleños los ritmos que nos identifican globalmente como unos de los seres más musicales del planeta, estamos demostrando lealtad a la tierra que nos vio nacer.
El saberse cubano, santiaguero, palmero, el que con prestancia asume que pertenece a los Fernández, los Cabreras o los Peña está defendiendo sus raíces.
El patriotismo es un deber cuando se lucha por poner la Patria en condiciones de que vivan en ella más felices los hombres, por eso José Martí expresó que "El patriotismo es de cuantos se conocen hasta hoy, la levadura mejor de todas las virtudes humanas”
Cuando saltamos de emoción ante la actuación del equipo de voleibol masculino, sufrimos las victorias o derrotas del béisbol en el terreno internacional, defendemos con asión a las avispas santiagueras, estamos expresando nuestro patriotismo.
Al rendir tributo a los héroes, al sentirnos orgullosos de los colaboradores internacionalista cuando los hermanos del mundo agradecen cuanto hacen por ellos, al emocionarnos al entonar las notas de nuestro himno nacional, al desfilar en apoyo a nuestro proyecto social, al cantar junto a los artistas isleños los ritmos que nos identifican globalmente como unos de los seres más musicales del planeta, estamos demostrando lealtad a la tierra que nos vio nacer.
El saberse cubano, santiaguero, palmero, el que con prestancia asume que pertenece a los Fernández, los Cabreras o los Peña está defendiendo sus raíces.
El patriotismo es un deber cuando se lucha por poner la Patria en condiciones de que vivan en ella más felices los hombres, por eso José Martí expresó que "El patriotismo es de cuantos se conocen hasta hoy, la levadura mejor de todas las virtudes humanas”
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