Por Rogelio Ramos Domínguez
Santiago de Cuba, 13 sep.— Nada mejor que ver a la juventud pensando su tiempo, defendiendo su momento, poniendo ante todos, sin tabúes, ni miedos la verdad que llevan dentro, así fue la asamblea de balance provincial de la Asociación Hermanos Saiz en Santiago de Cuba, un momento para poner pensamiento ante decisores y dialogar con ellos.
Hubo allí muchachos que apenas
abandonaban los 20 años y otros que ya desprenden de los 40, sin
embargo, había la idea común de defender la cultura cubana, el
pensamiento, el arte hecho por los bisoños.Santiago de Cuba, 13 sep.— Nada mejor que ver a la juventud pensando su tiempo, defendiendo su momento, poniendo ante todos, sin tabúes, ni miedos la verdad que llevan dentro, así fue la asamblea de balance provincial de la Asociación Hermanos Saiz en Santiago de Cuba, un momento para poner pensamiento ante decisores y dialogar con ellos.
Echar un vistazo a aquel salón del teatro Heredia era como estar confrontando generaciones y pensamientos de veras impresionantes, por un lado consagrados entes quienes hace mucho ya defendían ideas como las de hoy: León Estrada y Teresa Melo, dos de los poetas imprescindibles de la tierra de Sindo Garay estaban con los presentes, compartían opiniones con otros quizá menos añosos al estilo de Eduard Encina, ese poeta de Contramaestre que tanto ha dado por la Asociación Hermanos Saiz en Santiago de Cuba o incluso otros pintores y poetas o músicos de poca edad y obra que se abre paso.
Escuchar las voces de aquel salón era sospesar hasta qué punto los muchachos tienen pulsada la nación , allí se habló de los jóvenes que por una razón u otra abandonan la isla, del producto interno bruto, la paz y la ternura, de las relaciones Cuba - Estados Unidos, de la necesidad de seguir construyendo constantemente la nación cubana, del arte.
Luego de leído el informe que resume una etapa de dos años y medios, creadores de toda la provincia salieron al ruedo y expusieron sus opiniones. Lázaro Expósito Canto dijo estar consciente de que podía confiar en los muchachos, prometió trabajar desde ya con los de la AHS e insistió en que falta comunicación, el máximo dirigente partidista de Santiago de Cuba hizo además un resumen de algunos de los logros de la provincia en los últimos tiempos e insistió en la idea de acercarse más a los jóvenes.
Abel Acosta por su parte dijo que la batalla era dura , pero que no estaba perdida e hizo una suerte de paneo por sucesos de los últimos tiempos como el desparpajo verbal del regaetonero Osmani García o de los conciertos que próximamente dará la puertorriqueña Olga Tañón en La Habana y en Santiago de Cuba, todo lo dicho luego de que los jóvenes esgrimieran su verbo y dejaran entre los cristales de la sala ideas diversas y cuasi cortantes, porque el tiempo, sin dudas, es de cambios y de rigores que antes la nación cubana no vivía de igual modo.
Por eso reconforta ver a unos cien jóvenes reflexionando, escogiendo como hicieron nueva dirección y despidiendo en medio de aplausos a Rubén Aja, quien por dos años y medios fungió como presidente.
Al terminar el encuentro y cuando cada uno se iba a su tierra, quedaba en muchos la sensación de haber asistido a otro momento sólido, de aportar, como diría el periodista Eric Carballoso a su tiempo. Eran jóvenes que a golpe de ideas daban vueltas a la rueca y que parecen repetir lo dicho por Rubiel García González, el presidente nacional, a Luis y Sergio, no le vamos a traicionar, porque también los jóvenes de aquí, tienen una obra inmensa por culminar y no precisamente en tiempos de tiranos y de muerte.
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