El movimiento cooperativo y campesino que se dedica a
la producción cañera en esta provincia, reconoció la labor desplegada
por Roberto Benítez Iglesias al frente de la Empresa Azucarera en esta
provincia.
En emotivo encuentro, la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) despidió a Benítez Iglesias
luego de haber alcanzado en los últimos dos años sendos cumplimientos en
la zafra azucarera.
Debo significar que llegó a Santiago de Cuba desde Mayabeque sin poner ningún miramiento. Se entregó como uno más a la tarea de ubicar nuevamente a la provincia en el selecto grupo de los cumplidores con la zafra azucarera.
En verdad no fue nada fácil el camino emprendido por los incontables obstáculos que se vio obligado a superar, pero finalmente se impuso su voluntad y la de los hombres y mujeres que lo siguieron.
Así de forma sencilla se mencionó la valía de este azucarero que tuvo el gran mérito de situar a la provincia en el selecto grupo de provincias que mejores producen azúcar en el país.
La despedida caló muy profundamente en Benítez Iglesias, a quien ya se le considera un hijo de este heroico pueblo.
Con palabras muy sentidas, dijo que lo único que hizo fue cumplir con la tarea encomendada, pero que lo logrado no hubiera sido posible sin el gran equipo de trabajo que lo acompañó en las últimas dos zafras.
Expresó, además, Benítez Iglesias que se irá de Santiago de Cuba un tanto triste porque deja a muchas personas que lo acogieron con mucho amor.
En sus palabras de adiós, señaló que se lleva a Santiago de Cuba en el corazón y prometió que volverá a encontrarse con este hospitalario pueblo.
Espontáneamente, se sumaron al emotivo homenaje los que tienen la misión de garantizar un sostenido incremento en la producción cañera.
Debo significar que llegó a Santiago de Cuba desde Mayabeque sin poner ningún miramiento. Se entregó como uno más a la tarea de ubicar nuevamente a la provincia en el selecto grupo de los cumplidores con la zafra azucarera.
En verdad no fue nada fácil el camino emprendido por los incontables obstáculos que se vio obligado a superar, pero finalmente se impuso su voluntad y la de los hombres y mujeres que lo siguieron.
Así de forma sencilla se mencionó la valía de este azucarero que tuvo el gran mérito de situar a la provincia en el selecto grupo de provincias que mejores producen azúcar en el país.
La despedida caló muy profundamente en Benítez Iglesias, a quien ya se le considera un hijo de este heroico pueblo.
Con palabras muy sentidas, dijo que lo único que hizo fue cumplir con la tarea encomendada, pero que lo logrado no hubiera sido posible sin el gran equipo de trabajo que lo acompañó en las últimas dos zafras.
Expresó, además, Benítez Iglesias que se irá de Santiago de Cuba un tanto triste porque deja a muchas personas que lo acogieron con mucho amor.
En sus palabras de adiós, señaló que se lleva a Santiago de Cuba en el corazón y prometió que volverá a encontrarse con este hospitalario pueblo.
Espontáneamente, se sumaron al emotivo homenaje los que tienen la misión de garantizar un sostenido incremento en la producción cañera.
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