Santiago de Cuba, 20 abr.— Cada vez que se realizan en mi país las elecciones ya sean parciales o generales, es inevitable no recurrir a nuestro José Martí y a nuestra la Constitución de la República de Cuba, cuando dijo "Yo quiero que la Ley Primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre", que declaramos en este importante documento que rige nuestro Estado Socialista.
Aquí adoptamos por nuestro voto libre,
mediante referendo la siguiente Constitución y este 19 de abril, día
histórico de la Patria, con la primera derrota del imperialismo en
América, la victoria de Playa Girón; volvimos a las urnas para refrendar
nuestro voto por Cuba y para seguir andando.
Más de 700 mil santiagueras y santiagueros nos levantamos para con nuestro voto elegir a nuestros representantes en la comunidad, en la circunscripción y a la vez en las Asambleas Municipales del Poder Popular, donde hombres, mujeres, jóvenes, campesinos, trabajadores, jubilados, todos los que integran y forman nuestra sociedad han tenido el derecho de nominar y de ser nominados, y elegidos, en el caso de Santiago de Cuba serán mil 206 delegados que formaran los diferentes órganos de gobierno a instancia municipal.
Hoy como en otras ocasiones desde que cumplí mis dieciséis años, edad donde por primera vez tienes el derecho y la responsabilidad de votar, siempre lo hago emocionada, porque al ver a los jóvenes recuerdo esas primeras votaciones, y a los pioneros que custodian con seriedad las urnas y seguro como pasó en mi ansían llegar a esa edad en que puedan ejercer su derecho de forma libre y democrática.
Y es que las elecciones son precisamente eso, un acontecimiento de pueblo, por y para el pueblo, un ejercicio de democracia y patriotismo en el que santiagueras y santiagueros también demostramos la grandeza de celebrar en julio próximo los 500 años de la villa de Santiago de Cuba y el aniversario 62 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en el glorioso amanecer del 26 de julio de 1953, centenario del Maestro, el autor intelectual de esta Revolución que se perfecciona por y para el bien de Todos.
Más de 700 mil santiagueras y santiagueros nos levantamos para con nuestro voto elegir a nuestros representantes en la comunidad, en la circunscripción y a la vez en las Asambleas Municipales del Poder Popular, donde hombres, mujeres, jóvenes, campesinos, trabajadores, jubilados, todos los que integran y forman nuestra sociedad han tenido el derecho de nominar y de ser nominados, y elegidos, en el caso de Santiago de Cuba serán mil 206 delegados que formaran los diferentes órganos de gobierno a instancia municipal.
Hoy como en otras ocasiones desde que cumplí mis dieciséis años, edad donde por primera vez tienes el derecho y la responsabilidad de votar, siempre lo hago emocionada, porque al ver a los jóvenes recuerdo esas primeras votaciones, y a los pioneros que custodian con seriedad las urnas y seguro como pasó en mi ansían llegar a esa edad en que puedan ejercer su derecho de forma libre y democrática.
Y es que las elecciones son precisamente eso, un acontecimiento de pueblo, por y para el pueblo, un ejercicio de democracia y patriotismo en el que santiagueras y santiagueros también demostramos la grandeza de celebrar en julio próximo los 500 años de la villa de Santiago de Cuba y el aniversario 62 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en el glorioso amanecer del 26 de julio de 1953, centenario del Maestro, el autor intelectual de esta Revolución que se perfecciona por y para el bien de Todos.
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