Santiago de Cuba, 3 sep.— Como una forma atractiva y amena de promover en Santiago de Cuba la cultura cafetalera universal, la Casa Dranguet atesora y socializa, de forma gratuita, valiosos materiales audiovisuales vinculados al cultivo, procesamiento, historia y riqueza espiritual del aromático cerezo.
Las más recientes adquisiciones del Centro de Información y Documentación, perteneciente al también conocido Centro de Interpretación y Divulgación del Patrimonio Cultural Cafetalero, son las telenovelas “Terra Esperanza” y “Orgullo y Pasión”, ambas de Brasil, además de “Café con Aroma de Mujer”, de Colombia, tres valiosos materiales que cuentan historias pero que se recrean en el ambiente cafetalero de esas dos naciones, cada una con sus peculiaridades, pero que en todo caso el amor por el aromático grano está.
A diferencia de las dos primeras, que no han sido transmitidas por la televisión cubana, “Café con aroma de Mujer” (1994) se considera una de las telenovelas colombianas que más aceptación ha tenido en Cuba, con un gran impacto entre las personas, quienes se acercaron a las interioridades del cultivo y sobre todo a la exportación del aromático grano en esa nación latinoamericana.
Fue tal la influencia en la audiencia cubana, en parte por la historia de una mujer humilde, recolectora de café, que se convierte en una exitosa empresaria, pero sobre todo por la banda sonora del material, interpretada por Margarita Rosa de Francisco, La Gaviota y protagonista, que se puso de moda en las radioemisoras nacionales.
En el caso de “Terra Esperanza”, que comenzó a transmitirse en el año 2002, cuenta la historia de dos italianos, Toni se ve obligado a migrar hacia Brasil, donde conoce a una judía con quien vive una hermosa pasión.
Se ambienta en Italia y en Brasil, en esta última nación específicamente en las haciendas caficultoras de los años 20 del pasado siglo. En la tierra de la samba, los migrantes italianos sustituyen al negro esclavo en los campos de cultivo de café, y en ese escenario se desarrolla la trama del audiovisual.
“Orgullo y pasión”, del 2018, se desarrolla en los últimos años del siglo XX, en el ficticio Valle del Café, y resalta la historia de Elisabeta (Nathalia Dill), una mujer ambiciosa y con sueños adelantados a su época, y que era conocida como la reina del café.
Ella deseaba todas las propiedades del café que existían en el valle, y en ese escenario se relata una historia de amor entre cinco hermanas casamenteras y el deseo de su madre de que ninguna fuera solterona.
Además de estas tres telenovelas, en Casa Dranguet se atesoran documentales, filmes cubanos, materiales didácticos, video musicales… todos relacionados con la temática del café fundamentalmente, también con la esclavitud, el cacao y la presencia francesa en Cuba.
“Los audiovisuales son una forma atractiva y efectiva de promover la cultura del café pues estos recrean la historia, la época, tecnologías, hábitos, costumbres, tradiciones relacionadas con el café, y es más efectivo porque a los jóvenes les es más cercano el mundo audiovisual”, asegura el MsC. Alfredo Sánchez Falcón, quien tiene a su cargo el Centro de Información y Documentación de la Casa Dranguet.
“Es intención del Centro continuar recopilando materiales de este tipo, sin discriminar su origen o fecha en que fue producido, pues todos son valiosos a la hora de recrear la cultura cafetalera, tanto la relacionada con Cuba como con otros países, pues uno puede constatar que el café, y todo lo que alrededor de él se desprende, nos relaciona en un lenguaje y una cultura que son universales”, añade.
El Centro de Información y Documentación conserva, además de los materiales audiovisuales, libros, revistas, mapas, fotos, periódicos, tesis, folletos… todos relacionados con el café, a disposición de los interesados en el horario de dos de la tarde a cuatro de la tarde, los martes y jueves.
Se ubica en el Centro de Interpretación y Divulgación del Patrimonio Cultural Cafetalero, sita en Heredia esquina a Corona, número 301, en el centro de la ciudad de Santiago de Cuba, a pocos metros del mismo corazón de la urbe, el Parque Céspedes.
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