Por Martha Cabrales Arias
Santiago de Cuba, 21 mar.— ''Fidel fue el de la idea de crear esta red cardiopediátrica y el cardiocentro infantil William Soler'' afirmó aquí la doctora Herminia Palenzuela al evocar hoy ese aporte del líder histórico de la Revolución Cubana.
La coordinadora de ese tejido del sistema sanitario nacional de tan alta sensibilidad humana recordó que el Comandante en Jefe visitó en 44 ocasiones ese centro asistencial, posiblemente el que mayor número de ese tipo de encuentros tuvo con él en Cuba.
La cardióloga pediátrica exaltó también que el entonces presidente cubano inauguró esa institución el 26 de agosto de 1986 y se mantuvo al tanto de su funcionamiento, especialmente durante los duros años de la crisis económica de los 90 cuando se mantuvo prestando servicios a pesar de las carencias.
'Esta fue una obra personal de Fidel', enfatizó Palenzuela al referirse a la confianza y la seguridad que da esta atención especializada de alto nivel a las familias cubanas en las que nace un niño cardiópata.
En tal sentido destacó el hecho de que la mortalidad antes de existir esta red nacional era de tres cardiópatas congénitos fallecidos por cada mil nacidos vivos, mientras que la actual es tan sólo por debajo de 0,5, una reducción tan significativa que ya se hace difícil continuar disminuyéndola.
La fundadora del 'William Soler' encomió igualmente el índice de supervivencia superior al 90 por ciento que se alcanza en las cirugías cardiopediátricas, que ya suman más de 10 mil en Cuba, junto a miles de procederes de cateterismo intervencionista realizados a lo largo de los 31 años del hospital.
Ubicado de acuerdo con su personal calificado y equipamiento en un rango medio a nivel mundial, el cardiocentro pudiera situarse en un nivel aún mayor de no ser por las limitaciones impuestas por el bloqueo de Estados Unidos tanto en la adquisición de materiales costosos como en la superación de sus especialistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario