Lázaro Blanco |
Santiago de Cuba, 8 feb.— Las Águilas Cibaeñas de República Dominicana tras romper el invicto de los Alazanes de Granma en la etapa de clasificación volvieron a atravesarse en el camino de Cuba, esta vez en crucial juego de semifinales, y con categórico triunfo de 7 carreras por 4 se adueñaron del pasaporte a la final y añadieron una nueva frustración al azaroso rumbo internacional de nuestras selecciones nacionales en los últimos años.
Los Alazanes despacharon rápidamente al abridor dominicano Yuniesky Maya –pinareño que viste la franela de las Águilas Cibaeñas- al pegarle cuatro jits en apenas una entrada y un tercio de labor con añadido de tres carreras limpias, un ponche, un boleto, un pelotazo y un error de su propia responsabilidad.
Tras lograr el primer cero con jit incluído de Roel Santos, el derecho Maya le concedió boleto a Avilés abriendo el segundo tramo y acto seguido Fréderich Cepeda disparó triple que empujó la primera carrera del juego; luego el mismo anotó en jugada continuada por error en tiro del patrullero derecho. El ramillete se completó por doblete de Carlos Benítez y sencillo de Raúl González que llevó hasta la goma al camarero granmense.
Con esa diferencia favorable el choque siguió su curso hasta la parte alta del sexto episodio, pues Lázaro Blanco le colgó cinco argollas consecutivas a los dominicanos pese a un tormentoso comienzo que hizo pensar en un temprano naufragio del espigado lanzador de los Alazanes.
En esa primera entrada Blanco soportó jits consecutivos de Abiatal Avelino y Gustavo Núñez a lo que se agregó un boleto a Junior Lake que vino a cuajar los ángulos sin outs en la pizarra; sin embargo el diestro se creció y con espectacular escón de ponches dejó petrificados a los corredores en circulación.
A partir de entonces su dominio se hizo presente hasta que en el sexto tramo Junior Lake le abrió con triple al que se sumó, tras par de outs a costa de Edwin Espinal y Christian Betancourt, un estacazo de Ronny Rodríguez que le dio par de carreras al conjunto dominicano y estrechó la ventaja al poner el juego 3 x 2.
El desgaste de Blanco se hizo más patente cuando a seguidas le dio boleto a Carlos Paulino y fue entonces que Carlos Martí decidió su reemplazo por el veloz Miguel Lahera quien logró cerrar la entrada pero en la siguiente se fue sin sacar outs, preludio de la remontada dominicana que le dio un viraje al encuentro y trazó el rumbo del fatal desenlace.
Como les señalé, con el juego signado por una estrecha diferencia, Lahera perimitió jit de Yefri Pérez abriendo el séptimo episodio y luego le dio cuatro malas a Abietal Avelino para colocar empate y ventaja del contrario en circulación. Así las cosas, Martí no lo pensó más y llamó a Raidel Martínez.
En esa situación un pobre desempeño defensivo para encarar una jugada de sacrificio provocó un mal tiro de Raidel a la inicial que abrió
las puertas a la carrera del empate y llevó corredores a tercera y segunda. La situación condicionó un boleto intencional al tercer bate Junior Lake pero la movida fracasó cuando momentos después Edwin Espinal despachó cohete al central que empujó par de carreras y puso delante a Dominicana 5 x 3. Así terminó Raidel Martínez y trepó al box el villaclareño Alaín Sánchez, quien pudo cerrar el capítulo sin más sinsabores.
Pero el camino también estaría empedrado para Sánchez, víctima de las dos últimas carreras de las Águilas Cibaeñas en el octavo capítulo.
Boleto a Yefri Pérez tras un out, base robada, avance a tercera por bola ocupada y sencillo de Gustavo Núñez produjeron la primera de esas dos marcas. La otra por la articulación de un robo de Núñez y un jit impulsor de Junior Lake a la banda izquierda; conexión que provocó la entrada en acción del zurdo yumurino Yoanni Yera, último de los lanzadores utilizados por Cuba y ejecutante de un cierre que no trajo más complicaciones.
En el cierre del octavo Cuba hizo su último descuento por cuadrangular de Fréderich Cepeda, quien fue el mejor bateador cubano al lograr de 3-3, triple, cuadrangular, dos empujadas y dos anotadas.
Pese a que los dominicanos dejaron mayor cantidad de corredores en circulación (11 x 9) la ofensiva cubana desperdició una oportunidad que pesó sin dudas en la sentencia cuando en la quinta entrada lograron llenar las almohadillas con sólo un out en la pizarra tras sendos boletos a Despaigne, Cepeda y Benítez; situación en la que le correspondía empuñar a Frank Camilo Morejón y el alto mando cubano dedició djarlo batear en lugar de traer a un emergente.
Sin dudas pensaron en su destacado desempeño al ataque en el juego anterior pero como dice el refrán: ¨aunque la jicotea zambulla no es submarino¨, pues está clarísimo que Frank Camilo dista de ser un bateador de calibre y había mejores opciones en la banca.
En el noveno episodio Cuba logró embasar a su primer bateador, Roel Santos, y entonces se produjo una jugada que hizo recordar la reciente final Granma-Las Tunas aunque la situación no era exactamente igual: Santos con tres carreras debajo en la pizarra se lanzó al robo de segunda y lo enfriaron; acción insólita que sin dudas disipó un tanto la presión sobre el conjunto dominicano y le hizo más fácil el camino hacia la consagración del triunfo.
La victoria en el partido se la acreditó Ramón Ramírez, con el fracaso cargó Miguel Lahera y hubo punto por juego salvado para Josh judy.
Finalmente Cuba terminó en tercer lugar de la justa, lo que mejora un peldaño respecto al certamen anterior.
En el otro encuentro semifinal de la jornada el equipo Criollos de Caguas de Puerto Rico se alzó con el triunfo frente a los Caribes de Anzoátegui de Venezuela 6 carreras por 5 y defendará la corona que ostenta frente a Republica Dominicana.
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