Santiago de Cuba, 16 feb.— A pesar de estar transitando por la segunda quincena de febrero, la noticia no dejó de ser gratificante. El cuarto lugar alcanzado en el 2017 en las tareas de la agricultura urbana pone a Santiago de Cuba en condiciones de subir más la varilla en el cumplimiento de este movimiento alternativo de producir alimentos para el pueblo.
La etapa evaluada no resultó nada fácil. Los santiagueros recuerdan las lluvias primaverales que se extendieron más allá de su época. Indiscutiblemente esto afectó muchos cultivos, como granos, vegetales y hortalizas.
Otras plantaciones superaron esa crisis humedad y pudieron aportar los volúmenes de alimentos que desde inicio de año se pronosticaron. Los plátanos lideraron esa entrega, seguidos por los frutales.
El salto experimentado por la provincia Santiago de Cuba se debió a la voluntad de recuperar los daños. Hoy los organopónicos tienen otra imagen productiva, al erradicarse las dificultades que presentaban antes de las lluvias.
A ello se une, el trabajo desplegado durante todo el segundo semestre para impulsar las tareas comenzadas por el Ministerio de la Agricultura con la finalidad de mantener la vitalidad, perfeccionar y fortalecer el movimiento.
El municipio Santiago de Cuba figura en el selecto grupo que más avanzaron durante el pasado año. El auge de la agricultura urbana, suburbana y familiar fue visible en esta cabecera provincial.
Igualmente, figura la producción de abonos orgánicos, la producción de semillas en las fincas municipales y fortalecer todos los componentes del manejo agroecológico de plagas y enfermedades.
La estrategia principal se dirige a seguir avanzando en la explotación de patios y parcelas y que nuestras ciudades tengan cerca los alimentos que salen de la tierra por la voluntad de miles de hombres y mujeres en su misión de avanzar más en este movimiento.
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