Por Casa Dranguet/Foto Carlos Manuel Ponce Sosa
Santiago de Cuba, 16 feb.— Si hoy existe en Santiago de Cuba un Corredor Patrimonial Las Enramadas, un Paseo Marítimo, una Trocha y una Plaza de Marte, todos reverdecidos, deben parte de su lozanía al Proyecto de Reanimación Urbana Callejón del Carmen, que demostró –hace una década ya– que un área citadina podía convertirse en un sitio más amigable con las personas.
En el Callejón del Carmen por primera vez se soterraron en Santiago de Cuba, en un proyecto de este tipo, las líneas telefónicas y eléctricas, se empleó un pavimento diferente al que habitualmente se usa en las franjas rodadas, y se eliminaron las aceras para que la calle luciera más amplia.
Además, se le dio preponderancia a la actividad comercial, específicamente a la privada, y se crearon una serie de facilidades, como toldos, luminarias y ambientación, que apoyaran el trabajo del sector cuentapropista.
Hasta ese entonces, en Santiago de Cuba no se había acometido una iniciativa de ese tipo, con soluciones que luego se emplearían en proyectos como las intervenciones en el Área Monumental 26 de Julio, los Anillos Fundacionales de la urbe, y los mencionados Corredor Patrimonial Las Enramadas, Plaza de Marte, Trocha y el Paseo Marítimo.
El Proyecto de Reanimación Urbana Callejón del Carmen inició en 2007 y terminó en 2009, vincula el Corredor Patrimonial Las Enramadas y Santo Tomás y por sus aportes mereció tres premios, dos de ellos en el Salón Nacional de Arquitectura y uno por Buenas Prácticas, en 2009.
En la actualidad, aunque requiere ciertos cuidados y mayor exigencia en el cumplimiento de las normas y regulaciones que existen, ha impulsado otras iniciativas y proyectos que abogan por convertir diferentes zonas citadinas en áreas peatonales, una apuesta por el turismo de ciudad y hacer más amigable a Santiago de Cuba.
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