Santiago de Cuba, 20 feb.— El bagazo de caña es la masa vegetal resultante de la molienda en los centrales azucareros. En el Central Julio Antonio Mella de Santiago de Cuba este producto contribuye a la eficiencia de la industria a la vez que llega hasta fábricas vecinas que usan este tipo de portador energético.
Por temporadas la fachada del Central Julio Antonio Mella de Santiago de Cuba desaparece tras un montículo de una masa vegetal triturada. Aunque para los desentendidos el bagazo resultante de la molienda de caña es sólo desecho, para los trabajadores de este ingenio la masa triturada es un elemento importante en la producción de azúcar.
“Es el combustible para lograr la cocción de la meladura, del jugo que se obtiene de la molienda y así lograr el azúcar. Es un proceso en el que se ahorra combustible convencional”, explica Belkis Arias Brown, Jefa de Producción del Central Julio Antonio Mella.
De este modo el central se mantiene activo ante el flujo del portador energético natural. Se estima que por cada 5 MIL 700 toneladas de caña que se muelen cada 24 horas resultan mil 700 de bagazo. Según los planes del Julio Antonio Mella al término de esta zafra al menos se habrán obtenido 154 MIL toneladas de esta materia. Ello pone en posición ventajosa a la fábrica con respecto al ahorro de energía y a la contribución a otras industrias.
“Nos pone en situación favorable para cuando no haya molienda seguir produciendo azúcar. Una vez paralizados los molinos el cargador en la casa de bagazo alimenta la caldera y podemos seguir produciendo y entregando corriente a las redes”, dice Arias Brown.
Quedan días de molienda y pese a los contratiempos de lluvias el central Julio Antonio Mella continua su producción. Conforme sus ruedas dentadas trituran la caña, crece este montículo que lejos de desecho es parte vital de la industria.
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