Santiago de Cuba, 11 ene.— Las mayores alturas de Cuba conservan su impronta. 1 950 metros sobre el nivel del mar escaló Celia Sánchez, junto a su padre, para coronar a la Patria con la presencia de Martí.
Pero el Pico Turquino y toda la Sierra Maestra, conocerían mejor sus pasos de guerrillera.
Vivió su relevante papel en el Movimiento 26 de Julio, desde el anonimato. Sin cargo alguno, organizó una amplia red para apoyar el desembarco del Granma y comenzar la lucha.
Para la posteridad, es simplemente Celia, la primera combatiente que tuvo el Ejército Rebelde.
La Comandancia de la Plata llevó su impronta temeraria, así como el Combate del Uvero y el batallón rebelde de Las Marianas.
El Triunfo de 1959 otorgó a la Heroína innumerables tareas y el respeto infinito de su pueblo.
Flor autóctona de Media Luna, Celia iluminada de Cuba, fibra querida de esta Revolución.
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