Por José Raúl Castillo Argüelles/Foto Oscar AlfonsoSantiago de Cuba, 12 abr.— Tras una recia batalla en el diamante del estadio José Ramón Cepero, digno colofón de una disputadísima final cuyo dramatismo despertó el interés de principio a fin, los Tigres de Ciego de Ávila lograron el zarpazo que los proclamó monarcas del béisbol cubano al reducir en el séptimo juego del play-off la férrea y tenaz resistencia de los admirables Piratas de la Isla de la Juventud y así se desató la ruidosa celebración que premió el denodado esfuerzo de las huestes de Roger Machado frente a un adversario que ni dio ni pidió tregua.
El sólido trabajo del derecho Yander
Guevara, quien cubrió las primeras siete entradas con sólo ocho jits
permitidos y par de carreras limpias, rematado con un cierre eficaz de
Yunier Cano fueron suficientes para mantener a raya la artillería de los
Piratas y dar respaldo a una ventaja avileña que tomó cuerpo
tempranamente con dos anotaciones en el capítulo de apertura pero que
llegó a la cota inalcanzable cuando Raúl González conectó fly de
sacrificio en la tercera entrada y empujó a Ariel Borrero con la tercera
anotación de los vencedores.
Ese saldo habría bastado para sentenciar el choque pues los visitantes apenas pudieron pisar la goma en dos oportunidades, ambas en la sexta entrada, por sencillo de Jorge Barcelán que impulsó a Michel Enríquez y Luís Felipe Rivera, quienes estaban en circulación por sendos jits.
El tunero Yoalkis Cruz, refuerzo de los ultramarinos y carta principal de estos, encontró arena movediza desde el mismo comienzo pues en el inicio del juego le pegaron tres jits, uno de ellos de Yoelvis Fiss, válido para remolcar una carrera; conexiones que se unieron a un toque de sacrificio, un boleto intencional y un batazo elevado a la pradera derecha disparado por Yeniet Pérez, este último ganó categoría de fly de sacrificio y dio la segunda carrera.
En el tercero fraguó la tercera marca de los locales -en la forma ya descrita- y en los innings sexto y séptimo vieron a agregar dos en cada caso para completar la sentencia definitiva: 7 x 2.
Yoalkis se fue a la banca sin poder completar el sexto episodio y luego acabaron el trabajo desde el box Luís Manuel Suárez (una entrada y un tercio, dos limpias) y el zurdo santiaguero Ulfrido García.
La victoria se la llevó Yabder Guevara (13-5) y con el revés cargó Yoalkis Cruz (7-9).
Los hombres más productivos en el ataque fueron Raúl González por los vencedores (3-2, un doblete, dos impulsadas y dos anotadas) y Jorge Barcelán (4-1, dos impulsadas).
En suma un gran triundo del beisbol avileño que por segunda vez sube al trono nacional y una admirable demostración del equipo de la isla de la Juventud que batalló hasta el último instante frente a un equipo que salió desde el principio con la etiqueta de favorito.
Creo que la falta de profundidad en el pitcheo de los pineros -en franca desventaja con sus oponentes- fue la brecha por donde se les escapó la gran oportunidad.
Sin dudas un gran espectáculo regalado a la afición nacional por ambos elencos y una final que contrariamente al peso de los atavismos, desdibujó la nostalgia por los cuatro grandes del beisbol nacional.
Ese saldo habría bastado para sentenciar el choque pues los visitantes apenas pudieron pisar la goma en dos oportunidades, ambas en la sexta entrada, por sencillo de Jorge Barcelán que impulsó a Michel Enríquez y Luís Felipe Rivera, quienes estaban en circulación por sendos jits.
El tunero Yoalkis Cruz, refuerzo de los ultramarinos y carta principal de estos, encontró arena movediza desde el mismo comienzo pues en el inicio del juego le pegaron tres jits, uno de ellos de Yoelvis Fiss, válido para remolcar una carrera; conexiones que se unieron a un toque de sacrificio, un boleto intencional y un batazo elevado a la pradera derecha disparado por Yeniet Pérez, este último ganó categoría de fly de sacrificio y dio la segunda carrera.
En el tercero fraguó la tercera marca de los locales -en la forma ya descrita- y en los innings sexto y séptimo vieron a agregar dos en cada caso para completar la sentencia definitiva: 7 x 2.
Yoalkis se fue a la banca sin poder completar el sexto episodio y luego acabaron el trabajo desde el box Luís Manuel Suárez (una entrada y un tercio, dos limpias) y el zurdo santiaguero Ulfrido García.
La victoria se la llevó Yabder Guevara (13-5) y con el revés cargó Yoalkis Cruz (7-9).
Los hombres más productivos en el ataque fueron Raúl González por los vencedores (3-2, un doblete, dos impulsadas y dos anotadas) y Jorge Barcelán (4-1, dos impulsadas).
En suma un gran triundo del beisbol avileño que por segunda vez sube al trono nacional y una admirable demostración del equipo de la isla de la Juventud que batalló hasta el último instante frente a un equipo que salió desde el principio con la etiqueta de favorito.
Creo que la falta de profundidad en el pitcheo de los pineros -en franca desventaja con sus oponentes- fue la brecha por donde se les escapó la gran oportunidad.
Sin dudas un gran espectáculo regalado a la afición nacional por ambos elencos y una final que contrariamente al peso de los atavismos, desdibujó la nostalgia por los cuatro grandes del beisbol nacional.
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