Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 12 abr.— Hace hoy 54 años, el 12 de abril de 1961, en una conferencia de prensa el Presidente norteamericano John F. Kennedy, declaró que “En ningún caso se producirá una intervención en Cuba por parte de las fuerzas armadas de su país” y dijo que “la cuestión básica no está entre los Estados Unidos y Cuba, sino entre los mismos Cubanos”
Santiago de Cuba, 12 abr.— Hace hoy 54 años, el 12 de abril de 1961, en una conferencia de prensa el Presidente norteamericano John F. Kennedy, declaró que “En ningún caso se producirá una intervención en Cuba por parte de las fuerzas armadas de su país” y dijo que “la cuestión básica no está entre los Estados Unidos y Cuba, sino entre los mismos Cubanos”
Al parecer Kennedy había olvidado que el
17 de marzo de 1960 el anterior Presidente Dwight Eisenhower, había
declarado unilateralmente la guerra a Cuba al autorizar a la CIA,
preparar una fuerza mercenaria para invadir la Isla.
Olvidó Kennedy también que el término mercenario se refiere a individuos que por dinero se ponen al servicio de una potencia extranjera, ¿Y no eran esos los 1 500 contrarrevolucionarios pagados por la CIA para invadir a Cuba?
¿Y quién suministró las armas a ese ejército mercenario, no salieron las mismas de los arsenales de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, no fueron norteamericanos los instructores que enseñaron a esos gusanos a manipularlas para matar revolucionarios cubanos?
¿Los más de 30 aviones Caza, bombarderos B-26 y anfibios utilizados en la agresión de dónde salieron, los compraron los mercenarios en el mercado o fueron puestos a su disposición por la CIA, una institución oficial del gobierno estadounidense?
¿Los buques de guerra, incluido el portaviones Exxes que acompañaron a los invasores mercenarios desde Puerto Cabeza, en Nicaragua, hasta las proximidades de la Bahía de Cochinos y allí permanecieron hasta el final de la agresión con 40 000 marines listos para intervenir en el conflicto, no eran propiedad de la armada de Estados Unidos?
¿De dónde salieron los 46 MILLONES de dólares que sirvieron para financiar los diferentes planes de invasión elaborados por la CIA para agredir a Cuba y para pagarle a los 1 500 mercenarios?
Esos dólares salieron del presupuesto norteamericano que pagan los contribuyentes.
¿Acaso olvidó el señor John F. Kennedy que el 10 de abril dos días antes de sus declaraciones que su país no intervendría en Cuba autorizó a la CIA a poner en práctica la Operación Pluto para invadir la Isla, y no era él el Presidente de Estados Unidos?
Estamos plenamente convencidos, que Kennedy no olvidó ninguno de esos detalles, sino que en sus declaraciones de hace 54 años aplicó el método del cual Estados Unidos es un especialista de primer grado: la mentira, la traición y el doble rasero.
Olvidó Kennedy también que el término mercenario se refiere a individuos que por dinero se ponen al servicio de una potencia extranjera, ¿Y no eran esos los 1 500 contrarrevolucionarios pagados por la CIA para invadir a Cuba?
¿Y quién suministró las armas a ese ejército mercenario, no salieron las mismas de los arsenales de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, no fueron norteamericanos los instructores que enseñaron a esos gusanos a manipularlas para matar revolucionarios cubanos?
¿Los más de 30 aviones Caza, bombarderos B-26 y anfibios utilizados en la agresión de dónde salieron, los compraron los mercenarios en el mercado o fueron puestos a su disposición por la CIA, una institución oficial del gobierno estadounidense?
¿Los buques de guerra, incluido el portaviones Exxes que acompañaron a los invasores mercenarios desde Puerto Cabeza, en Nicaragua, hasta las proximidades de la Bahía de Cochinos y allí permanecieron hasta el final de la agresión con 40 000 marines listos para intervenir en el conflicto, no eran propiedad de la armada de Estados Unidos?
¿De dónde salieron los 46 MILLONES de dólares que sirvieron para financiar los diferentes planes de invasión elaborados por la CIA para agredir a Cuba y para pagarle a los 1 500 mercenarios?
Esos dólares salieron del presupuesto norteamericano que pagan los contribuyentes.
¿Acaso olvidó el señor John F. Kennedy que el 10 de abril dos días antes de sus declaraciones que su país no intervendría en Cuba autorizó a la CIA a poner en práctica la Operación Pluto para invadir la Isla, y no era él el Presidente de Estados Unidos?
Estamos plenamente convencidos, que Kennedy no olvidó ninguno de esos detalles, sino que en sus declaraciones de hace 54 años aplicó el método del cual Estados Unidos es un especialista de primer grado: la mentira, la traición y el doble rasero.
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