Los restos del U-2 en una exhibición permanente en Moscú |
Santiago de Cuba, 27 oct.— Un momento de suma tensión para el pueblo cubano durante la Crisis de Octubre se produjo el 27 de octubre de 1962, hace 55 años, cuando sobre el territorio oriental de Cuba fue derribado un avión U-2 norteamericano que realizaba misión de espionaje sobre la isla.
Ante las frecuentes violaciones aéreas
que venía realizando la aviación norteamericana desde que estalló la
crisis, el 22 de octubre, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas
Cubanas, Fidel Castro, ordenó a la defensa antiaérea del país abrir
fuego sobre cualquier nave que sobrevolara el territorio nacional,
derribándola si fuera preciso.
Asimismo el mando militar soviético radicado en Cuba con un elemental espíritu de solidaridad dio igual orden a sus unidades antiaéreas, una de las cuales ubicada en La Anita, a 7 kilómetros de la ciudad de Banes en el norte oriental, detectó el avión espía U-2 norteamericano volando sobre su territorio, ante el hecho ordenó disparar un misil tierra-aire del tipo SAM, el cual impactó sobre la aeronave a las 10:17 a.m. de ese 27 de octubre de 1962 derribando al aparato violador.
Los restos del avión partido en tres pedazos se precipitaron a tierra cayendo sobre los campos de caña de Veguita, sitio ubicado en el municipio Banes, mientras que el cadáver del piloto Rudolf Anderson, de 35 años de edad, fue encontrado a un centenar de metros de ese lugar, y luego de las investigaciones correspondientes devuelto a Estados Unidos el 4 de noviembre de 1962 mediante la embajada Suiza, representante de los intereses norteamericanos en Cuba.
Los aviones U-2 como el derribado sobre Cuba podían volar hasta una altura de 72 mil pies, o sea 22 kilómetros y poseían 7 cámaras fotográficas que posibilitaban visualizar hasta un ancho de 125 millas.
A partir del momento del derribo de ese avión U-2 sobre Cuba, la aviación norteamericana suspendió en gran medida los vuelos que violaban el espacio aéreo de la isla, pues se mantuvo la orden de disparar sobre los que así lo hiciesen.
En carta dirigida al secretario general de la ONU, U Thant, el Comandante en Jefe Fidel Castro le señaló: "Que Cuba está dispuesta a discutir todo lo necesario, sus diferencias con Estados Unidos (...) pero rechaza de plano el acto violatorio de la soberanía de nuestro país"
La decisión cubana de defender su soberanía aérea durante la Crisis de Octubre fue, sin dudas, otra lección para Estados Unidos del valor y el coraje de nuestro pueblo de no dejarse chantajear por el imperio ni aún bajo la amenaza del holocausto nuclear.
Asimismo el mando militar soviético radicado en Cuba con un elemental espíritu de solidaridad dio igual orden a sus unidades antiaéreas, una de las cuales ubicada en La Anita, a 7 kilómetros de la ciudad de Banes en el norte oriental, detectó el avión espía U-2 norteamericano volando sobre su territorio, ante el hecho ordenó disparar un misil tierra-aire del tipo SAM, el cual impactó sobre la aeronave a las 10:17 a.m. de ese 27 de octubre de 1962 derribando al aparato violador.
Los restos del avión partido en tres pedazos se precipitaron a tierra cayendo sobre los campos de caña de Veguita, sitio ubicado en el municipio Banes, mientras que el cadáver del piloto Rudolf Anderson, de 35 años de edad, fue encontrado a un centenar de metros de ese lugar, y luego de las investigaciones correspondientes devuelto a Estados Unidos el 4 de noviembre de 1962 mediante la embajada Suiza, representante de los intereses norteamericanos en Cuba.
Los aviones U-2 como el derribado sobre Cuba podían volar hasta una altura de 72 mil pies, o sea 22 kilómetros y poseían 7 cámaras fotográficas que posibilitaban visualizar hasta un ancho de 125 millas.
A partir del momento del derribo de ese avión U-2 sobre Cuba, la aviación norteamericana suspendió en gran medida los vuelos que violaban el espacio aéreo de la isla, pues se mantuvo la orden de disparar sobre los que así lo hiciesen.
En carta dirigida al secretario general de la ONU, U Thant, el Comandante en Jefe Fidel Castro le señaló: "Que Cuba está dispuesta a discutir todo lo necesario, sus diferencias con Estados Unidos (...) pero rechaza de plano el acto violatorio de la soberanía de nuestro país"
La decisión cubana de defender su soberanía aérea durante la Crisis de Octubre fue, sin dudas, otra lección para Estados Unidos del valor y el coraje de nuestro pueblo de no dejarse chantajear por el imperio ni aún bajo la amenaza del holocausto nuclear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario