Un día como hoy 20 de octubre, pero de 1927, hace 90 años, nació en Encrucijada, antigua provincia de Las Villas, Abel Santamaría Cuadrado, quien con el tiempo se convertiría en el segundo jefe de la Juventud del Centenario, que asaltó el 16 de julio de 1953 los cuarteles Céspedes de Bayamo y Moncada de Santiago de Cuba.
Abel pasó su niñez en el central
Constancia, donde conoció de cerca la pobreza de su propia familia y de
los obreros, que eran explotados por los propietarios del ingenio, para
los cuales trabajó como dependiente de la tienda del batey.
En 1947 Abel se trasladó para la Habana trabajando en la Textilera Ariguanabo y después en la Agencia de autos Pontiac, período este donde conoció a Fidel y comenzó a compartir con el joven abogado sus inquietudes revolucionarias, que los llevó a crear el Movimiento de la Juventud del Centenario:
Como organizador de la nueva etapa de lucha, Abel viajó a Santiago de Cuba y alquiló la Granjita Villa Blanca en Siboney, la cual serviría de campamento a los más de cien jóvenes que en la madrugada del 26 de julio de 1953 asaltaron el Cuartel Moncada.
Fidel había calificado a Abel Santamaría como “el más generoso, querido e intrépido de esos jóvenes” y por eso trató de preservarlo de la muerte asignándole como misión la toma del Hospital Civil, ubicado frente a la fortaleza, donde fue hecho prisionero, trasladado al Moncada, torturado bárbaramente y asesinado ese mismo día.
Contaba Joaquina Cuadrado, la madre de Abel, que de niño este tenía los ojos tan azules que impresionaban y por ellos se le escapaba el alma. Tal vez por eso sus asesinos se ensañaron con el joven revolucionario y le arrancaron los ojos porque vieron en ellos demasiadas esperanzas para el futuro de la patria.
Sus asesinos se equivocaron, porque los ojos de Abel no los apagó la muerte ese día, sino que le dieron más luz para que ellos seguirían iluminando el camino de la lucha emprendida por su pueblo hasta la victoria. Este aniversario 90 de su natalicio así lo recordamos.
En 1947 Abel se trasladó para la Habana trabajando en la Textilera Ariguanabo y después en la Agencia de autos Pontiac, período este donde conoció a Fidel y comenzó a compartir con el joven abogado sus inquietudes revolucionarias, que los llevó a crear el Movimiento de la Juventud del Centenario:
Como organizador de la nueva etapa de lucha, Abel viajó a Santiago de Cuba y alquiló la Granjita Villa Blanca en Siboney, la cual serviría de campamento a los más de cien jóvenes que en la madrugada del 26 de julio de 1953 asaltaron el Cuartel Moncada.
Fidel había calificado a Abel Santamaría como “el más generoso, querido e intrépido de esos jóvenes” y por eso trató de preservarlo de la muerte asignándole como misión la toma del Hospital Civil, ubicado frente a la fortaleza, donde fue hecho prisionero, trasladado al Moncada, torturado bárbaramente y asesinado ese mismo día.
Contaba Joaquina Cuadrado, la madre de Abel, que de niño este tenía los ojos tan azules que impresionaban y por ellos se le escapaba el alma. Tal vez por eso sus asesinos se ensañaron con el joven revolucionario y le arrancaron los ojos porque vieron en ellos demasiadas esperanzas para el futuro de la patria.
Sus asesinos se equivocaron, porque los ojos de Abel no los apagó la muerte ese día, sino que le dieron más luz para que ellos seguirían iluminando el camino de la lucha emprendida por su pueblo hasta la victoria. Este aniversario 90 de su natalicio así lo recordamos.
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