Santiago de Cuba, 20 oct.— Tras varias temporadas sin conseguirlo el equipo de pelota categoría Sub-15 de Santiago de Cuba ganó el título de campeón en competición de 2017 y desde el inicio del curso escolar en septiembre entrenan para revalidar la corona.
Bajo las ordenes de Severo Crespo
entrenan en el terreno de la Escuela de Iniciación Deportiva “Capitán
Orestes Acosta”. Están ahora en la etapa precompetitiva y de
acondicionamiento, para en enero llegar a la clasificación con las metas
altas.
“Debemos enfrentarnos a equipos como Granma, Guantánamo, Holguín y Las Tunas, que practican un béisbol muy similar al nuestro”, comenta Israel Rodríguez uno de los entrenadores, “además sabemos lo que nos espera el equipo nuestro es el mismo y las aspiraciones son grandes”.
Entre los jugadores del conjunto anidan sueños de victorias con gratas experiencias
“Ganamos
este torneo porque nos preparamos bien, hicimos buenos entrenamientos y
al final nos dieron resultado en el terreno y sobre todo en la final”,
expresa el primera base Yordi Perera.
Igualmente el Sior Stop Livan Moreno, recuerda el torneo: “Yo trabaje muy bien en la defensa para que mi equipo obtuviera la victoria, la posición de torpedero es la más me gusta en el cuadro y por eso hice mi mayor esfuerzo”.
En el área de los jardines y la ofensiva labora Leonides Rivera, quien tras un análisis exhaustivo trabaja ahora limando los problemas mostrados en la competición para que se mantengan en el equipo los que ya llegaron y los otros puedan hacerlo también. “Perfeccionar la técnica de bateo es crucial a esta edad y sobre eso hemos hablado con los jugadores”, afirma Rivera.
Los frutos por el trabajo con los lanzadores ya se recogen en la novena y Fernando Blanch con su magia levanta esta área de la pelota. El caso de Kevin Rosales es una muestra de lo que pueden lograr los jóvenes peloteros, además de lanzar juega varias posiciones en el cuadro y por el momento no quiere renunciar a ninguna para apoyar a su equipo en la obtención de la medalla.
Un caso parecido sucede con Yorelkis Hernández, quien ya vistió la franela del Cuba en el Panamericano de Colombia; al bate es tan bueno como lanzador y sus méritos fueron cruciales.
Un colectivo que aspira a llegar nuevamente al primer lugar y continuar la tradición beisbolera de Santiago de Cuba.
Igualmente el Sior Stop Livan Moreno, recuerda el torneo: “Yo trabaje muy bien en la defensa para que mi equipo obtuviera la victoria, la posición de torpedero es la más me gusta en el cuadro y por eso hice mi mayor esfuerzo”.
En el área de los jardines y la ofensiva labora Leonides Rivera, quien tras un análisis exhaustivo trabaja ahora limando los problemas mostrados en la competición para que se mantengan en el equipo los que ya llegaron y los otros puedan hacerlo también. “Perfeccionar la técnica de bateo es crucial a esta edad y sobre eso hemos hablado con los jugadores”, afirma Rivera.
Los frutos por el trabajo con los lanzadores ya se recogen en la novena y Fernando Blanch con su magia levanta esta área de la pelota. El caso de Kevin Rosales es una muestra de lo que pueden lograr los jóvenes peloteros, además de lanzar juega varias posiciones en el cuadro y por el momento no quiere renunciar a ninguna para apoyar a su equipo en la obtención de la medalla.
Un caso parecido sucede con Yorelkis Hernández, quien ya vistió la franela del Cuba en el Panamericano de Colombia; al bate es tan bueno como lanzador y sus méritos fueron cruciales.
Un colectivo que aspira a llegar nuevamente al primer lugar y continuar la tradición beisbolera de Santiago de Cuba.
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