Santiago de Cuba, 25 jul.— Como una novia vestida de largo, radiante como el sol que la alumbra cada amanecer, majestuosa como las montañas que le rodean, fresca y pura como las aguas caribeñas que bañan sus pies, así es esta ciudad de Santiago de Cuba, que este 25 de julio celebra el Aniversario 502 de su fundación.
Cuentan que ese día de 1515 en un valle
situado entre las montañas de la Sierra Maestra y la desembocadura del
río Parada, nació la villa santiaguera, séptima fundada por los
colonizadores españoles, representados entonces por el Adelantado Diego
Velázquez, más tarde designado como primer Gobernador de la ciudad y
primer Capitán General de la isla.
Su nombre Santiago se debió al santo patrón de su majestad de España, Santiago Apóstol y el de Cuba le viene por los propios aborígenes que nunca dejaron de llamarla así, en gesto ya temprano de rebeldía.
En esta villa se asentó Diego Velázquez como Gobernador de la isla, convirtiéndola en su capital. Fue puerto principal y un punto importante en las aspiraciones de España para dominar toda la región. Ya en fecha tan temprana como 1522, se le concedió la sede del obispado y posiblemente el título de ciudad.
Santiago de Cuba fue residencia del Gobernador General de la isla hasta 1589 en que la capital se trasladó hacia la Habana. Del puerto santiaguero partieron expediciones para las conquistas de otros territorios de América, entre ellos el de Méjico, que fuera colonizado por Hernán Cortés.
Por Santiago de Cuba entraron los primeros esclavos africanos traídos a la isla en 1521. Aquí se asentaron los franceses huyendo a la Revolución Haitiana y también aquí se domiciliaron muchos españoles que acompañaron a Velázquez y otros colonizadores. Todo ello dio origen al mestizaje y a la cultura santiaguera abierta más tarde al resto del país con influencias que llegan hasta nuestros días.
Con el decursar de los años y el actuar de sus hijos, Santiago de Cuba se hizo una ciudad-historia. Tal fue su heroísmo casi desde su misma fundación, que en 1712 le fue conferido el Título de Muy Noble y Muy Leal en aprecio a su valor y heroísmo frente a los ingleses, mientras que en 1822 recibió la Orden Hospitalaria de las Américas por el trato que se le daba a los emigrados que llegaban aquí de otros lares. Más adelante en el tiempo, en 1984, le fue conferido el Título de Ciudad Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo, única del país que posee tan honrosas distinciones.
Este 25 de julio, encuentra a los santiagueros celebrando sus éxitos en el quehacer diario y en espera de otra gran fecha grande, el 26 de Julio, cuando al amanecer de ese día en 1953, hace 64 años, cubanos dignos contaron con el heroísmo de la ciudad y sus hijos para cambiar el curso de la historia de la Patria, lo que se logró cinco años, cinco meses y cinco días después en el amanecer glorioso del Primero de Enero de 1959.
Desde entonces a Santiago se le quiere y se le honra más.
Su nombre Santiago se debió al santo patrón de su majestad de España, Santiago Apóstol y el de Cuba le viene por los propios aborígenes que nunca dejaron de llamarla así, en gesto ya temprano de rebeldía.
En esta villa se asentó Diego Velázquez como Gobernador de la isla, convirtiéndola en su capital. Fue puerto principal y un punto importante en las aspiraciones de España para dominar toda la región. Ya en fecha tan temprana como 1522, se le concedió la sede del obispado y posiblemente el título de ciudad.
Santiago de Cuba fue residencia del Gobernador General de la isla hasta 1589 en que la capital se trasladó hacia la Habana. Del puerto santiaguero partieron expediciones para las conquistas de otros territorios de América, entre ellos el de Méjico, que fuera colonizado por Hernán Cortés.
Por Santiago de Cuba entraron los primeros esclavos africanos traídos a la isla en 1521. Aquí se asentaron los franceses huyendo a la Revolución Haitiana y también aquí se domiciliaron muchos españoles que acompañaron a Velázquez y otros colonizadores. Todo ello dio origen al mestizaje y a la cultura santiaguera abierta más tarde al resto del país con influencias que llegan hasta nuestros días.
Con el decursar de los años y el actuar de sus hijos, Santiago de Cuba se hizo una ciudad-historia. Tal fue su heroísmo casi desde su misma fundación, que en 1712 le fue conferido el Título de Muy Noble y Muy Leal en aprecio a su valor y heroísmo frente a los ingleses, mientras que en 1822 recibió la Orden Hospitalaria de las Américas por el trato que se le daba a los emigrados que llegaban aquí de otros lares. Más adelante en el tiempo, en 1984, le fue conferido el Título de Ciudad Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo, única del país que posee tan honrosas distinciones.
Este 25 de julio, encuentra a los santiagueros celebrando sus éxitos en el quehacer diario y en espera de otra gran fecha grande, el 26 de Julio, cuando al amanecer de ese día en 1953, hace 64 años, cubanos dignos contaron con el heroísmo de la ciudad y sus hijos para cambiar el curso de la historia de la Patria, lo que se logró cinco años, cinco meses y cinco días después en el amanecer glorioso del Primero de Enero de 1959.
Desde entonces a Santiago se le quiere y se le honra más.
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