Santiago de Cuba, 17 jul.— Poco después del mediodía del 17 de julio hace hoy 119 años, tropas norteamericanas entraban en Santiago de Cuba, luego que los soldados españoles que la defendían decidieron el día antes capitular ante el mundo yanqui.
Terminaba así un proceso
intervencionista que se había iniciado en la segunda mitad de junio de
1898, cuando Estados Unidos desembarcó por las playas de Siboney y
Daiquirí un contingente de más de 16 mil marines al mando del General
William Shafter.
A partir de ese momento se iniciaron los combates por la toma de los poblados y fortines de los alrededores de Santiago de Cuba, entre ellos el del Cobre, San Vicente, Monte Real, Coleto, San Miguel, El Caney y San Juan, siendo este último sitio donde ambos mandos norteamericano y español firmaron el acta de capitulación.
A pesar de que las tropas mambisas cubanas al mando del Lugarteniente General del Ejército Libertador Calixto García Íñiguez fueron decisivas para la derrota de España y la ocupación de Santiago de Cuba, sin embargo no se le tuvo en cuenta en los acuerdos ni se le permitió entrar en la ciudad, alegando posibles represalias de los ibéricos hacia los antillanos.
Se evidenciaba de esa forma que el verdadero propósito de Estados Unidos no era ayudar a Cuba a obtener su independencia como había dicho el Presidente yanqui William Mc Kinley, sino cumplir el viejo anhelo norteño de apoderarse de la isla, moldearla a su estilo y crear una República que respondiera a sus intereses a través de la Enmienda Platt colgada a la primera Constitución cubana de forma humillante y avasalladora.
El propio 17 de julio de 1898 en la Plaza Mayor de Santiago de Cuba, hoy Parque Céspedes se arriaba la bandera española y se izaba la norteamericana para dar inicio a un período negro de intervención militar que se mantendría por más de tres años,
El 20 de mayo de 1902 se proclamó la República de Cuba, supuestamente independiente, porque la nueva nación llegaba al mundo atada de pies y manos por la Enmienda Platt, que limitaba la soberanía de la isla a casi nada, como dijo el propio interventor yanqui Leonardo Wood.
Todo eso fue historia porque el Primero de Enero de 1959 en el propio Parque Céspedes se proclamó el Triunfo de la Revolución Cubana por los nuevos mambises y fue izada la bandera de la estrella solitaria por la que tantos hombres y mujeres del pueblo entregaron sus vidas durante más de ocho décadas de lucha para hacer la patria libre, soberana e independiente.
A partir de ese momento se iniciaron los combates por la toma de los poblados y fortines de los alrededores de Santiago de Cuba, entre ellos el del Cobre, San Vicente, Monte Real, Coleto, San Miguel, El Caney y San Juan, siendo este último sitio donde ambos mandos norteamericano y español firmaron el acta de capitulación.
A pesar de que las tropas mambisas cubanas al mando del Lugarteniente General del Ejército Libertador Calixto García Íñiguez fueron decisivas para la derrota de España y la ocupación de Santiago de Cuba, sin embargo no se le tuvo en cuenta en los acuerdos ni se le permitió entrar en la ciudad, alegando posibles represalias de los ibéricos hacia los antillanos.
Se evidenciaba de esa forma que el verdadero propósito de Estados Unidos no era ayudar a Cuba a obtener su independencia como había dicho el Presidente yanqui William Mc Kinley, sino cumplir el viejo anhelo norteño de apoderarse de la isla, moldearla a su estilo y crear una República que respondiera a sus intereses a través de la Enmienda Platt colgada a la primera Constitución cubana de forma humillante y avasalladora.
El propio 17 de julio de 1898 en la Plaza Mayor de Santiago de Cuba, hoy Parque Céspedes se arriaba la bandera española y se izaba la norteamericana para dar inicio a un período negro de intervención militar que se mantendría por más de tres años,
El 20 de mayo de 1902 se proclamó la República de Cuba, supuestamente independiente, porque la nueva nación llegaba al mundo atada de pies y manos por la Enmienda Platt, que limitaba la soberanía de la isla a casi nada, como dijo el propio interventor yanqui Leonardo Wood.
Todo eso fue historia porque el Primero de Enero de 1959 en el propio Parque Céspedes se proclamó el Triunfo de la Revolución Cubana por los nuevos mambises y fue izada la bandera de la estrella solitaria por la que tantos hombres y mujeres del pueblo entregaron sus vidas durante más de ocho décadas de lucha para hacer la patria libre, soberana e independiente.
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