Santiago de Cuba, 17 jul.— Un poco más de 300 focos han sido detectados y eliminados en la provincia de Santiago de Cuba durante la Operación Salud, que se desarrolla desde el 29 de mayo último en todo el país para reforzar las acciones de contención del mosquito Aedes aegypti.
Francisco Fabré, jefe del departamento
de control de vectores del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología,
dijo a la ACN que el territorio tiene un índice de infestación de 0,
57, el cual es de muy alto riesgo, y los municipios que más inciden son
Palma Soriano, Santiago de Cuba y Contramaestre.
En la localidad cabecera las áreas con mayor grado de contaminación son las pertenecientes al poblado de El Caney y los policlínicos Armando García, 30 de Noviembre, 28 de Septiembre y Carlos Juan Finlay, precisó.
Más del 50 por ciento de los focos se hallaron en tanques bajos y elevados, y en depósitos artificiales, señaló Fabré, a la vez que alertó sobre el descuido de algunos ciudadanos que no mantienen debidamente saneados sus patios y extraen el contenedor de abate que los operarios de la campaña antivectorial colocan en los depósitos de agua.
Recordó que la operación ha incluido tratamiento focal (TF) en las nueve localidades y adulticida intensivo en los municipios cabecera, de Palma Soriano y San Luis, de los cuales solo en el primero continúa el adulticida, cada seis días, mientras que el resto sigue el TF hasta que concluya la operación a finales de julio.
Fabré reconoció el desempeño de los operarios de la campaña, así como de los cerca de 500 reservistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias participantes en esta actividad, la cual ha marchado a buen ritmo y cumplido hasta ahora sus objetivos, entre los cuales resaltan la eliminación de los focos y los riesgos detectados.
Insistió en la necesidad de que la labor antivectorial esté acompañada de la responsabilidad ciudadana de realizar el autofocal en las viviendas y los centros laborales, cumplir todas las medidas de contención del Aedes y acudir al médico ante cualquier síntoma asociado a las arbovirosis, para proteger la salud individual y colectiva.
Los especialistas coinciden en que el periodo mayo-junio, al igual que el de octubre-noviembre, marca picos en el alza del mosquito en los climas tropicales, debido al calor húmedo y las lluvias asociadas a esa etapa, que le crean condiciones idóneas al insecto para su proliferación.
En la localidad cabecera las áreas con mayor grado de contaminación son las pertenecientes al poblado de El Caney y los policlínicos Armando García, 30 de Noviembre, 28 de Septiembre y Carlos Juan Finlay, precisó.
Más del 50 por ciento de los focos se hallaron en tanques bajos y elevados, y en depósitos artificiales, señaló Fabré, a la vez que alertó sobre el descuido de algunos ciudadanos que no mantienen debidamente saneados sus patios y extraen el contenedor de abate que los operarios de la campaña antivectorial colocan en los depósitos de agua.
Recordó que la operación ha incluido tratamiento focal (TF) en las nueve localidades y adulticida intensivo en los municipios cabecera, de Palma Soriano y San Luis, de los cuales solo en el primero continúa el adulticida, cada seis días, mientras que el resto sigue el TF hasta que concluya la operación a finales de julio.
Fabré reconoció el desempeño de los operarios de la campaña, así como de los cerca de 500 reservistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias participantes en esta actividad, la cual ha marchado a buen ritmo y cumplido hasta ahora sus objetivos, entre los cuales resaltan la eliminación de los focos y los riesgos detectados.
Insistió en la necesidad de que la labor antivectorial esté acompañada de la responsabilidad ciudadana de realizar el autofocal en las viviendas y los centros laborales, cumplir todas las medidas de contención del Aedes y acudir al médico ante cualquier síntoma asociado a las arbovirosis, para proteger la salud individual y colectiva.
Los especialistas coinciden en que el periodo mayo-junio, al igual que el de octubre-noviembre, marca picos en el alza del mosquito en los climas tropicales, debido al calor húmedo y las lluvias asociadas a esa etapa, que le crean condiciones idóneas al insecto para su proliferación.
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