Por Dairon O. Caballero Heredia
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 7 may.— ¿Qué vas a ser cuando seas grande? Una pregunta que a muchos nos hicieron en más de una ocasión cuando pequeños para presagiarnos el futuro. Incluso, para quienes arriban a doce grado, las dimensiones de esta interrogante son aún más importantes y definitivas para sus vidas, sobre todo, cuando ellos mismos tienen que determinar lo que van a estudiar.
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 7 may.— ¿Qué vas a ser cuando seas grande? Una pregunta que a muchos nos hicieron en más de una ocasión cuando pequeños para presagiarnos el futuro. Incluso, para quienes arriban a doce grado, las dimensiones de esta interrogante son aún más importantes y definitivas para sus vidas, sobre todo, cuando ellos mismos tienen que determinar lo que van a estudiar.
Así se comprobó durante una visita al
Instituto Preuniversitario Ramón Campa Delegado, centro con resultados
relevantes en el territorio santiaguero y a nivel nacional. Por sus
pasillos y aulas, ya se respira la tensión debido a las pruebas de
ingreso a la Educación Superior.
En medio de este período de decisiones están los que responden con aparente seguridad y manifiestan sus preferencias por disciplinas como “Medicina, Estomatología o alguna Ingeniería”. Algunos basan sus elecciones en “el placer de ser profesionales universitarios”, están los que “siempre soñaron con esa carrera” o “los que se guiaron por el ejemplo de alguien conocido”.
Sin embargo, también están “los que no quieren nada” y otros reconocen que aunque ya llenaron sus boletas aún no conocen con claridad las características de las especialidades por las que optaron ni todas las funciones profesionales en las que pudieran desempeñarse, sus elecciones se basaron más en razones como “la de complacer o ceder a la presión de la familia, en el apuro de elegir algo para no quedarse en la calle” o “en la necesidad de coger cualquier cosa que le reporte dinero rápido”.
Por lo tanto aún y cuando la posibilidad de elegir una carrera dependa de la decisión personal de cada estudiante es imprescindible que las estrategias de formación y orientación vocacional en los centros de enseñanza del municipio se fortalezcan cada vez más.
Al respecto la psicóloga Rafaela Arañó Arañó reconoce que “aunque se ha trabajado en ese sentido en las escuelas de Palma Soriano todavía hay que ser más eficientes porque si existen jóvenes con algunas inquietudes o indecisiones en cuanto a las carreras por las que deben optar, eso significa que aún es insuficiente trabajo de formación vocacional y eso debe ser resuelto”, manifestó la especialista.
Asimismo Nalty León Maceo, Vice-directora de trabajo educativo en el IPU Ramón Campa Delgado planteó que ante esa situación “hay que retomar acciones que se hacían en años anteriores como las puertas abiertas que en vez de incrementarse han aminorado. La visita de funcionarios, de profesionales de determinadas ramas que se incorporen a este llamado, que vengan a las escuelas, que les hablen de la carrera, de sus perfiles profesionales a los estudiantes” apuntó Nalty.
La también profesora de historia, basada en sus años de experiencia asevera que “eso es algo que debe recuperarse, como una alternativa sistemática para evitar que los jóvenes estén sin saber que van a poner en el momento de llenar una boleta”.
Rafaela Arañó Arañó, además responsable del trabajo educativo en la Filial de Ciencias Médicas Julio Trigo López de Palma Soriano, afirmó que "la orientación profesional no es de ahora para ahora, debe hacerse desde los primeros años. Incluso no solamente desde el pre sino también desde la primaria. No obstante por las características psicológicas que tienen los estudiantes de preuniversitario, ya su futura profesión es algo contemplado como una parte más significativa y determinante en sus proyectos de vida”.
Es evidente que a los alumnos se les debe brindar más información de todas las carreras que pudieran elegir. Como alternativa, continuar desarrollando también las sociedades científicas, que los familiares se vinculen más en este proceso, sin imponer metas y si conversar para formar.
En esta misión de mejorar el trabajo de la formación vocacional en el territorio queda claro que todos estamos implicados: familia, escuela y sociedad, por lo que las soluciones tienen que llegar sin calendas griegas para que la futura y actual fuerza laboral en Palma Soriano esté cada vez más asegurada y motivada.
Acerca de este aspecto Nalty León Maceo, desde su cargo de vice-directora de trabajo educativo en el IPU: Ramón Campa Delgado comentó que “algo vital es rescatar lo que constituyeron hace unos años los círculos de interés que eran una verdadera fiesta, pero además un órgano de orientación profesional exquisito para lograr ese trabajo formativo luego en el preuniversitario”.
De ahí el imperativo de comprender la importancia de que el sistema educacional en el territorio continúe buscando estrategias para orientar con menos deficiencias y más resultados a estos jóvenes que como los del Moncada han de continuar construyendo Revolución.
En medio de este período de decisiones están los que responden con aparente seguridad y manifiestan sus preferencias por disciplinas como “Medicina, Estomatología o alguna Ingeniería”. Algunos basan sus elecciones en “el placer de ser profesionales universitarios”, están los que “siempre soñaron con esa carrera” o “los que se guiaron por el ejemplo de alguien conocido”.
Sin embargo, también están “los que no quieren nada” y otros reconocen que aunque ya llenaron sus boletas aún no conocen con claridad las características de las especialidades por las que optaron ni todas las funciones profesionales en las que pudieran desempeñarse, sus elecciones se basaron más en razones como “la de complacer o ceder a la presión de la familia, en el apuro de elegir algo para no quedarse en la calle” o “en la necesidad de coger cualquier cosa que le reporte dinero rápido”.
Por lo tanto aún y cuando la posibilidad de elegir una carrera dependa de la decisión personal de cada estudiante es imprescindible que las estrategias de formación y orientación vocacional en los centros de enseñanza del municipio se fortalezcan cada vez más.
Al respecto la psicóloga Rafaela Arañó Arañó reconoce que “aunque se ha trabajado en ese sentido en las escuelas de Palma Soriano todavía hay que ser más eficientes porque si existen jóvenes con algunas inquietudes o indecisiones en cuanto a las carreras por las que deben optar, eso significa que aún es insuficiente trabajo de formación vocacional y eso debe ser resuelto”, manifestó la especialista.
Asimismo Nalty León Maceo, Vice-directora de trabajo educativo en el IPU Ramón Campa Delgado planteó que ante esa situación “hay que retomar acciones que se hacían en años anteriores como las puertas abiertas que en vez de incrementarse han aminorado. La visita de funcionarios, de profesionales de determinadas ramas que se incorporen a este llamado, que vengan a las escuelas, que les hablen de la carrera, de sus perfiles profesionales a los estudiantes” apuntó Nalty.
La también profesora de historia, basada en sus años de experiencia asevera que “eso es algo que debe recuperarse, como una alternativa sistemática para evitar que los jóvenes estén sin saber que van a poner en el momento de llenar una boleta”.
Rafaela Arañó Arañó, además responsable del trabajo educativo en la Filial de Ciencias Médicas Julio Trigo López de Palma Soriano, afirmó que "la orientación profesional no es de ahora para ahora, debe hacerse desde los primeros años. Incluso no solamente desde el pre sino también desde la primaria. No obstante por las características psicológicas que tienen los estudiantes de preuniversitario, ya su futura profesión es algo contemplado como una parte más significativa y determinante en sus proyectos de vida”.
Es evidente que a los alumnos se les debe brindar más información de todas las carreras que pudieran elegir. Como alternativa, continuar desarrollando también las sociedades científicas, que los familiares se vinculen más en este proceso, sin imponer metas y si conversar para formar.
En esta misión de mejorar el trabajo de la formación vocacional en el territorio queda claro que todos estamos implicados: familia, escuela y sociedad, por lo que las soluciones tienen que llegar sin calendas griegas para que la futura y actual fuerza laboral en Palma Soriano esté cada vez más asegurada y motivada.
Acerca de este aspecto Nalty León Maceo, desde su cargo de vice-directora de trabajo educativo en el IPU: Ramón Campa Delgado comentó que “algo vital es rescatar lo que constituyeron hace unos años los círculos de interés que eran una verdadera fiesta, pero además un órgano de orientación profesional exquisito para lograr ese trabajo formativo luego en el preuniversitario”.
De ahí el imperativo de comprender la importancia de que el sistema educacional en el territorio continúe buscando estrategias para orientar con menos deficiencias y más resultados a estos jóvenes que como los del Moncada han de continuar construyendo Revolución.
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