Por María Antonia Medina Téllez
Santiago de Cuba, 6 may.— Dirigentes campesinos de la provincia de Santiago de Cuba expresaron su rechazo a la decisión del Departamento de Estado norteamericano de incluir el café en la lista de productos cubanos producidos por el sector no estatal, que se permitiría sean importados en ese país.
Santiago de Cuba, 6 may.— Dirigentes campesinos de la provincia de Santiago de Cuba expresaron su rechazo a la decisión del Departamento de Estado norteamericano de incluir el café en la lista de productos cubanos producidos por el sector no estatal, que se permitiría sean importados en ese país.
El pronunciamiento fue hecho a nombre de
los más de 25 mil miembros de la Asociación Nacional de Agricultores
Pequeños (ANAP) del territorio mayor productor del grano en Cuba, que en
314 cooperativas, casi todas en zonas del Plan Turquino, asumen la
producción cafetalera, cañera, cultivos varios y otros.
Luis Vinent, presidente de la ANAP en la provincia, ratificó el total respaldo a la declaración del Buró Nacional de su organización, y fidelidad al gobierno revolucionario, y dijo estar consciente de que el propósito de esa decisión de EE.UU. es influir sobre el campesinado para separarlos del Estado.
Unos dos mil 466 asociados a estructuras cafetaleras en las montañas del municipio de Tercer Frente, gran cosechador del cerezo, se reunieron en las plazas martianas de cooperativas junto a sus familias y solicitaron al gobierno estadounidense respeto hacia ese sector de la sociedad civil socialista.
Nelson Arévalo, presidente de la Cooperativa Ignacio Pérez de esa localidad, destacó en el acto de reafirmación revolucionaria que el campesino tuvo dignidad y mejor calidad de vida con derechos después del triunfo del Primero de Enero de 1959, con electricidad, educación, salud y viviendas cómodas, entre otros beneficios.
Las ventas son para el Estado cubano que entregó la tierra a quienes la trabajan y dio mercados seguros, señaló Arévalo, quien añadió que en su estructura el 75 % de la siembra del cultivo se subsidió con un crédito de más de cuatro millones de pesos.
Con sombreros en alto, esos cafetaleros se declararon cumplidores con la renovación cafetalera en sus 115 hectáreas y exigieron suprimir el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por más de 50 años a Cuba y que impide tener los mismos derechos que otros países en los mercados mundiales.
Los beneficios de la Ley de Reforma Agraria en lo que fue una zona inhóspita y de difícil acceso los mencionó Alexander Bedey, presidente de la Cooperativa Cristino Naranjo, porque él sabe que sus abuelos subieron a esas lomas con yaguas en los pies y el pago de centavos por recoger latas del cerezo, apuntó.
Orlando López, presidente de la ANAP en Tercer Frente, donde se celebrará el acto nacional por el aniversario 55 de la constitución de la organización, instó a seguir cumpliendo con el deber patriótico número uno del campesino cubano: producir para el pueblo.
Luis Vinent, presidente de la ANAP en la provincia, ratificó el total respaldo a la declaración del Buró Nacional de su organización, y fidelidad al gobierno revolucionario, y dijo estar consciente de que el propósito de esa decisión de EE.UU. es influir sobre el campesinado para separarlos del Estado.
Unos dos mil 466 asociados a estructuras cafetaleras en las montañas del municipio de Tercer Frente, gran cosechador del cerezo, se reunieron en las plazas martianas de cooperativas junto a sus familias y solicitaron al gobierno estadounidense respeto hacia ese sector de la sociedad civil socialista.
Nelson Arévalo, presidente de la Cooperativa Ignacio Pérez de esa localidad, destacó en el acto de reafirmación revolucionaria que el campesino tuvo dignidad y mejor calidad de vida con derechos después del triunfo del Primero de Enero de 1959, con electricidad, educación, salud y viviendas cómodas, entre otros beneficios.
Las ventas son para el Estado cubano que entregó la tierra a quienes la trabajan y dio mercados seguros, señaló Arévalo, quien añadió que en su estructura el 75 % de la siembra del cultivo se subsidió con un crédito de más de cuatro millones de pesos.
Con sombreros en alto, esos cafetaleros se declararon cumplidores con la renovación cafetalera en sus 115 hectáreas y exigieron suprimir el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por más de 50 años a Cuba y que impide tener los mismos derechos que otros países en los mercados mundiales.
Los beneficios de la Ley de Reforma Agraria en lo que fue una zona inhóspita y de difícil acceso los mencionó Alexander Bedey, presidente de la Cooperativa Cristino Naranjo, porque él sabe que sus abuelos subieron a esas lomas con yaguas en los pies y el pago de centavos por recoger latas del cerezo, apuntó.
Orlando López, presidente de la ANAP en Tercer Frente, donde se celebrará el acto nacional por el aniversario 55 de la constitución de la organización, instó a seguir cumpliendo con el deber patriótico número uno del campesino cubano: producir para el pueblo.
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