Por Claudia González Catalán
Santiago de Cuba, 6 may.— Una telaraña de cables compone otra imagen de la calle Enramadas conocida casi exclusivamente por los especialistas de la electricidad.
Santiago de Cuba, 6 may.— Una telaraña de cables compone otra imagen de la calle Enramadas conocida casi exclusivamente por los especialistas de la electricidad.
Muy cerca de allí, cinco estudiantes de
ingeniería eléctrica se enfrentan al primer Concurso Nacional de
Transformadores, una iniciativa conjunta del Ministerio de Educación
Superior y el de Energía y Minas que ya advierte resultados favorables.
Así lo valora la MSc. Irina Salazar Fonseca, profesora de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Oriente: “Para nosotros es una experiencia importantísima porque ayuda a los estudiantes a acercarse a la técnica, a conocer los nuevos elementos, las cosas modernas”.
Desde la perspectiva de Oscar León, estudiante de tercer año de esta especialidad tiene también otras ventajas: “Un concurso no es solamente sentarse y hacer un examen sino también que uno intercambia con la Empresa, ve lo bueno y lo negativo y puede adaptarse al lugar donde piensa trabajar en algún momento”.
Realizado simultáneamente en las cinco facultades del país que acogen la especialidad, esta decisión complementa desde el vínculo práctico la formación integral que ofrecen las instituciones universitarias.
“Es un estímulo –añade Irina-, no solamente para los cinco seleccionados sino también para el resto porque después que ven a sus compañeros con la visibilidad que da este tipo de actividad se esfuerzan para llegar al mismo lugar”.
Para Oscar León es también una meta: “…porque uno compara sus conocimientos. Lo ve desde el punto de vista académico y después cuando una empresa como esta te lo evalúa ya no lo hace sólo teóricamente, sino que ya lo evalúa en la realidad”.
Por otro lado, Rafael Antonio Cardona, también estudiante del tercer año de Ingeniería Eléctrica, apuesta por extender esta iniciativa: “Puede servir de experiencia no sólo para nuestra especialidad sino también para las demás carreras y así estimular el vínculo de la Universidad con los centros que nos acogerán una vez graduados.
Así lo valora la MSc. Irina Salazar Fonseca, profesora de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Oriente: “Para nosotros es una experiencia importantísima porque ayuda a los estudiantes a acercarse a la técnica, a conocer los nuevos elementos, las cosas modernas”.
Desde la perspectiva de Oscar León, estudiante de tercer año de esta especialidad tiene también otras ventajas: “Un concurso no es solamente sentarse y hacer un examen sino también que uno intercambia con la Empresa, ve lo bueno y lo negativo y puede adaptarse al lugar donde piensa trabajar en algún momento”.
Realizado simultáneamente en las cinco facultades del país que acogen la especialidad, esta decisión complementa desde el vínculo práctico la formación integral que ofrecen las instituciones universitarias.
“Es un estímulo –añade Irina-, no solamente para los cinco seleccionados sino también para el resto porque después que ven a sus compañeros con la visibilidad que da este tipo de actividad se esfuerzan para llegar al mismo lugar”.
Para Oscar León es también una meta: “…porque uno compara sus conocimientos. Lo ve desde el punto de vista académico y después cuando una empresa como esta te lo evalúa ya no lo hace sólo teóricamente, sino que ya lo evalúa en la realidad”.
Por otro lado, Rafael Antonio Cardona, también estudiante del tercer año de Ingeniería Eléctrica, apuesta por extender esta iniciativa: “Puede servir de experiencia no sólo para nuestra especialidad sino también para las demás carreras y así estimular el vínculo de la Universidad con los centros que nos acogerán una vez graduados.
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