Por Israel Hernández Planas
Santiago de Cuba, 19 may.— Cuando los ganaderos mayariseros ordeñan su ganado lo hacen convencidos de que las madrugadas servirán para legarle productos de calidad a la población del municipio Segundo Frente. Como parte del programa de entrega de leche las estructuras productivas aportan la materia prima esencial a la Unidad Empresarial de Base de la Empresa Láctea radicada en ese montañoso territorio.
Santiago de Cuba, 19 may.— Cuando los ganaderos mayariseros ordeñan su ganado lo hacen convencidos de que las madrugadas servirán para legarle productos de calidad a la población del municipio Segundo Frente. Como parte del programa de entrega de leche las estructuras productivas aportan la materia prima esencial a la Unidad Empresarial de Base de la Empresa Láctea radicada en ese montañoso territorio.
Por eso cuando se cruzan las puertas de
esta fábrica los sonidos denotan una incesante producción de helados y
quesos destinados a la red comercial del territorio y al turismo.
Con un equipamiento básico la “fabriquita de helados”, como le conocen muchos en el poblado de Mayarí, ha ganado prestigio a base de la excelencia de sus productos cuya producción casi artesanal ha sido el toque distintivo.
“Sin dudas ayudaría mucho tener equipamiento moderno que nos permitiese incrementar la capacidad productiva pero mientras tanto elaboramos los quesos y los helados casi artesanalmente y eso sin dudas se refleja en los resultados”, explica Andrés Peraye Suñol, Jefe de Producción de la UEB Empresa Láctea II Frente.
A pesar de que el flujo productivo es casi constante reconocen los trabajadores de esta industria que se pudiera hacer mucho más si hubiera mayor cantidad de materia prima.
“La sequía nos ha golpeado mucho y los animales han mermado en los ordeños pero sí garantizamos el procesamiento del ciento por ciento de toda la leche que nos entra a la fábrica”, dice Peraye Suñol.
Aun así la Empresa Láctea de II Frente aporta a la red comercial territorial unos 13 mil galones de helados al mes y sus quesos criollos han ganado tal calidad que en breve figurarán entre los proveedores locales del turismo según afirmó Peraye Suñol.
Con un equipamiento básico la “fabriquita de helados”, como le conocen muchos en el poblado de Mayarí, ha ganado prestigio a base de la excelencia de sus productos cuya producción casi artesanal ha sido el toque distintivo.
“Sin dudas ayudaría mucho tener equipamiento moderno que nos permitiese incrementar la capacidad productiva pero mientras tanto elaboramos los quesos y los helados casi artesanalmente y eso sin dudas se refleja en los resultados”, explica Andrés Peraye Suñol, Jefe de Producción de la UEB Empresa Láctea II Frente.
A pesar de que el flujo productivo es casi constante reconocen los trabajadores de esta industria que se pudiera hacer mucho más si hubiera mayor cantidad de materia prima.
“La sequía nos ha golpeado mucho y los animales han mermado en los ordeños pero sí garantizamos el procesamiento del ciento por ciento de toda la leche que nos entra a la fábrica”, dice Peraye Suñol.
Aun así la Empresa Láctea de II Frente aporta a la red comercial territorial unos 13 mil galones de helados al mes y sus quesos criollos han ganado tal calidad que en breve figurarán entre los proveedores locales del turismo según afirmó Peraye Suñol.
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