Por Caridad Franco Vega
Santiago de Cuba, 15 ene.— Desde el mismo triunfo de la Revolución en 1959, se inició en Cuba un programa de atención integral a la infancia, privilegios que aumentaron a partir de la aplicación con rigor y disciplina de los principios de la Convención de los Derechos del Niño al asegurarles el desarrollo libre y creador de sus personalidades, aptitudes y capacidades.
Santiago de Cuba, 15 ene.— Desde el mismo triunfo de la Revolución en 1959, se inició en Cuba un programa de atención integral a la infancia, privilegios que aumentaron a partir de la aplicación con rigor y disciplina de los principios de la Convención de los Derechos del Niño al asegurarles el desarrollo libre y creador de sus personalidades, aptitudes y capacidades.
La educación y la salud destacan entre
esos derechos y privilegios. Así por ejemplo los niños diagnosticados
con necesidades educativas especiales gozan también del derecho a la
enseñanza en escuelas especializadas donde reciben una preparación que
busca el desempeño independiente de cada alumno y la integración social
de estos infantes, para que mediante el ejercicio de diversos oficios se
inserten de manera útil a la sociedad.
La escuela Frank País de Santiago de Cuba tiene como misión esencial la educación en los niveles de primaria y secundaria de niños y adolescentes portadores de un diagnóstico de retraso mental mental.
Norge Javier Rodríguez es alumno de este centro y asegura que se siente feliz, añade, que aprende muchas cosas en el aula y los talleres y cuando termine de estudiar quiere ser un buen artesano.
En Tanto Talía González Téllez está en octavo grado de la propia escuela y al igual que Norge está muy contenta, ha aprendido a leer a escribir y en los talleres les enseñan diversas labores entre las que más le gustan están las de coser y bordar y quiere ser peluquera.
Es también un privilegio recibir atenciones médicas de excelencia, sin costo alguno, que aseguran una vida saludable.
Baste señalar como ejemplo los cuidados que se les prodigan a los pequeños en salas de neonatología como la del Hospital Infantil Norte de Santiago de Cuba.
La Doctora Mayda Garriga, especialista de primer grado de neonatología de este centro asistencial señala que aquí ingresan recién nacidos con necesidades quirúrgicas de mucho riesgo para la vida, sin embargo con todos los privilegios y garantías que da el sistema de salud cubano estos niños no carecen de los recursos necesarios independientemente del costo que pueda representar su atención. Disponen de todo lo que los niños necesiten. Así logran egresarlos para su familia con la calidad de vida que todos esperan que tengan los niños.
Para los infantes cubanos estos privilegios son parte de su cotidianidad. Así crecen los niños seguros y protegidos disfrutando, junto a sus familias, de la felicidad de vivir en una sociedad como la nuestra que les asegura el pleno desarrollo de sus potencialidades físicas e intelectuales y el goce espiritual.
La escuela Frank País de Santiago de Cuba tiene como misión esencial la educación en los niveles de primaria y secundaria de niños y adolescentes portadores de un diagnóstico de retraso mental mental.
Norge Javier Rodríguez es alumno de este centro y asegura que se siente feliz, añade, que aprende muchas cosas en el aula y los talleres y cuando termine de estudiar quiere ser un buen artesano.
En Tanto Talía González Téllez está en octavo grado de la propia escuela y al igual que Norge está muy contenta, ha aprendido a leer a escribir y en los talleres les enseñan diversas labores entre las que más le gustan están las de coser y bordar y quiere ser peluquera.
Es también un privilegio recibir atenciones médicas de excelencia, sin costo alguno, que aseguran una vida saludable.
Baste señalar como ejemplo los cuidados que se les prodigan a los pequeños en salas de neonatología como la del Hospital Infantil Norte de Santiago de Cuba.
La Doctora Mayda Garriga, especialista de primer grado de neonatología de este centro asistencial señala que aquí ingresan recién nacidos con necesidades quirúrgicas de mucho riesgo para la vida, sin embargo con todos los privilegios y garantías que da el sistema de salud cubano estos niños no carecen de los recursos necesarios independientemente del costo que pueda representar su atención. Disponen de todo lo que los niños necesiten. Así logran egresarlos para su familia con la calidad de vida que todos esperan que tengan los niños.
Para los infantes cubanos estos privilegios son parte de su cotidianidad. Así crecen los niños seguros y protegidos disfrutando, junto a sus familias, de la felicidad de vivir en una sociedad como la nuestra que les asegura el pleno desarrollo de sus potencialidades físicas e intelectuales y el goce espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario