Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 23 jul.— De los más de 200 mil habitantes que tenía la ciudad de Santiago de Cuba en 1953 solo uno, Renato Guitart Rosell, integró el movimiento revolucionario de la Juventud del Centenario llegando a ser integrante de su dirección nacional y Lugarteniente de Fidel Castro en el territorio oriental.
Guitart y Fidel se conocieron a
principios de 1953 y en abril de ese mismo año el líder del movimiento
visitó Santiago de Cuba coordinando con Renato los planes para el asalto
a los cuarteles, Moncada, de Santiago de Cuba y Céspedes, de Bayamo,
quedando a cargo Renato de los preparativos para esas acciones, lo cual
debía hacer solo como garantía de secreto del plan.Santiago de Cuba, 23 jul.— De los más de 200 mil habitantes que tenía la ciudad de Santiago de Cuba en 1953 solo uno, Renato Guitart Rosell, integró el movimiento revolucionario de la Juventud del Centenario llegando a ser integrante de su dirección nacional y Lugarteniente de Fidel Castro en el territorio oriental.
Guitart Rosell trabajó con ahínco en las encomiendas de Fidel, tanto en Santiago de Cuba como en Bayamo y en varias ocasiones tuvo que trasladarse a La Habana para informar al líder del movimiento la marcha de los preparativos, algunos de los cuales eran riesgosos como conseguir los planes de las instalaciones del Moncada.
Renato tendría así mismo, la responsabilidad de ir acopiando armas para las acciones y ocultar aquellas que les enviaban desde La Habana por distintas vías, así como los uniformes y vituallas que serían empleadas en las acciones.
A principios de julio de 1953 a Renato se le unió en Santiago de Cuba el segundo jefe del movimiento, Abel Santamaría, para trabajar ambos en los preparativos finales de las acciones, teniendo como fachada el fomento de un negocio de cría de aves para lo cual adquirieron la Granjita Villa Blanca, en Siboney la cual sería empleada como campamento de los jóvenes convocados para el asalto al Moncada.
Renato Guitart y Abel Santamaría fueron los encargados de recibir entre el 24 y el 25 de julio a los jóvenes asaltantes que viajaron a Santiago de Cuba, ubicándolos en albergues transitorios y trasladándolos la víspera del 26 de Julio hacia la Granjita de Siboney.
A Renato Guitart Rosell, Fidel le encargó una de las misiones más riesgosas, dirigir el pequeño comando suicida que penetraría por la Posta TRES del cuartel Moncada al amanecer del 26 de Julio de 1953. En ese empeño el joven santiaguero perdió la vida gloriosamente y fue uno de los seis combatientes que murieron durante la acción.
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