La Asociación de Diseños Interiores, ADECO, ha influido con su trabajo en diversas obras de impacto social.
Por Dayron Chang Arranz
Santiago de Cuba, 26 mar.— El Hotel REX y el futuro Hotel Imperial son algunos de los proyectos más importantes en los que se puede constatar la profesionalidad del grupo ADECO.
Por Dayron Chang Arranz
Santiago de Cuba, 26 mar.— El Hotel REX y el futuro Hotel Imperial son algunos de los proyectos más importantes en los que se puede constatar la profesionalidad del grupo ADECO.
Su principal misión es el diseño de
espacios interiores, una temática que busca abrirse campo en el Santiago
con medio siglo, pues durante muchos años ha sido más que relegada por
las necesidades.
Alejandro Soto, jefe del equipo explica
que “cualquier cliente ya sea de comercio, hotelería, turismo, salud
ública y gastronomía a la hora de diseñar debe venir con dos elementos
claros: su línea de deseo y su listado de necesidades. La línea de deseo
es cómo él pretende que se desarrollen sus necesidades o problemas.
Todo ello definirá luego las soluciones en el espacio, el estilo, color y
los elementos de orden formal y estético.
A veces muchos creen que es pintar una pared de un color y ponerle un cuadro delante, argumenta Alejandro quien confiesa que el diseño tiene otras complejidades. Se debe partir de las problemáticas del cliente.
“Puede un espacio como el Hotel Rex, por ejemplo, ser un lugar con valores patrimoniales pero en él se trabajó el espacio con una visión minimalista acorde con los tiempos que estamos viviendo. En ningún momento se trató de reproducir en el el concepto encapsulado de un hotel de 1950, segunda mitad del siglo XX.”
Los diseñadores del equipo si aclaran que durante la concepción si hay que respetar los elementos venerables se respeta “como pudiera suceder con la Oficina del Presidente del Gobierno Provincial poseedora de un estilo remarcado, incluso en la señalética se deben tomar en cuenta esos códigos inherentes a la fecha de construcción del edificio.”
En el caso del Hotel imperial la idea es la misma: no reproducir un hotel de hace 80 años. “Respetar la fachada, los valores arquitectónicos pero ya en el interior hacer al huésped que esté en el espacio moverse entre dos épocas, entre la época fundacional del edificio y un concepto más actualizado dentro de la decoración interior.”
A la hora de buscar un diseño interior – explica el grupo- se piensa en un diseño comercial que primero zonifique las áreas y que determina para qué se va emplear cada área. Por ejemplo en un hotel te deben decir este emplazamiento va a ser un bar dedicado al son, el restaurante recreará la década del cincuenta del pasado siglo o la discoteca debe ser futurista.
A partir de esa primera idea se trata de acomodar con el color, las formas, la iluminación –de gran protagonismo.
No es solo la iluminación primaria del espacio sino la secundaria un poco mas focalizada con la intención de generar ambientes.
La Polimita, el Café Santiago, el Foto Club, el punto Caracol, Salón del Son y hasta el refinado restaurante el Zun Zun son algunos de los sitios que han encontrado una estética con el trabajo de estos jóvenes diseñadores.
A veces muchos creen que es pintar una pared de un color y ponerle un cuadro delante, argumenta Alejandro quien confiesa que el diseño tiene otras complejidades. Se debe partir de las problemáticas del cliente.
“Puede un espacio como el Hotel Rex, por ejemplo, ser un lugar con valores patrimoniales pero en él se trabajó el espacio con una visión minimalista acorde con los tiempos que estamos viviendo. En ningún momento se trató de reproducir en el el concepto encapsulado de un hotel de 1950, segunda mitad del siglo XX.”
Los diseñadores del equipo si aclaran que durante la concepción si hay que respetar los elementos venerables se respeta “como pudiera suceder con la Oficina del Presidente del Gobierno Provincial poseedora de un estilo remarcado, incluso en la señalética se deben tomar en cuenta esos códigos inherentes a la fecha de construcción del edificio.”
En el caso del Hotel imperial la idea es la misma: no reproducir un hotel de hace 80 años. “Respetar la fachada, los valores arquitectónicos pero ya en el interior hacer al huésped que esté en el espacio moverse entre dos épocas, entre la época fundacional del edificio y un concepto más actualizado dentro de la decoración interior.”
A la hora de buscar un diseño interior – explica el grupo- se piensa en un diseño comercial que primero zonifique las áreas y que determina para qué se va emplear cada área. Por ejemplo en un hotel te deben decir este emplazamiento va a ser un bar dedicado al son, el restaurante recreará la década del cincuenta del pasado siglo o la discoteca debe ser futurista.
A partir de esa primera idea se trata de acomodar con el color, las formas, la iluminación –de gran protagonismo.
No es solo la iluminación primaria del espacio sino la secundaria un poco mas focalizada con la intención de generar ambientes.
La Polimita, el Café Santiago, el Foto Club, el punto Caracol, Salón del Son y hasta el refinado restaurante el Zun Zun son algunos de los sitios que han encontrado una estética con el trabajo de estos jóvenes diseñadores.
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