Por Karina Otero Sotomayor
Santiago de Cuba, 16 dic.— Más allá de ser una actividad histórico cultural, la Fiesta de la Bandera es un ritual con el que se espera el alba de nuevos años y también para muchos, se presagia la suerte de esos venideros 365 según el ondear de la insignia nacional. Aseguran que este encuentro nocturno es único de su género en Cuba y el mundo. Dicen que partió del imaginario de un santiaguero conocido como “Chichi”, que tuvo por nombre Angel Moya.
Santiago de Cuba, 16 dic.— Más allá de ser una actividad histórico cultural, la Fiesta de la Bandera es un ritual con el que se espera el alba de nuevos años y también para muchos, se presagia la suerte de esos venideros 365 según el ondear de la insignia nacional. Aseguran que este encuentro nocturno es único de su género en Cuba y el mundo. Dicen que partió del imaginario de un santiaguero conocido como “Chichi”, que tuvo por nombre Angel Moya.
Cuentan que “Chichi” tuvo la idea de
regalarle a la ciudad la bandera pionera que oficialmente debía ondear
en el edificio municipal una vez proclamada la república libre y
soberana. La bandera se confeccionó gracias a una colecta pública y el
31 de diciembre de 1900, el entonces alcalde de la ciudad, Don Emilio
Bacardí Moreau instituyó la llamada Fiesta, izando en el mástil de la
otrora casa constitorial, una bandera donada al Ayuntamiento
santiaguero.
Desde entonces cada último día del año, justo a la medianoche se eleva la bandera cubana y todos esperan su amplio ondear en cielo soberano y casi siempre estrellado. La ceremonia se acompaña por las notas del Himno Nacional y cientos de familias santiagueras y visitantes. Se llevan las mejores galas y sentimientos, se espera el año nuevo en colectivo, conocidos y desconocidos se hermanan, y el abrazo trasciende a las paredes de cualquier hogar.
2015 llega para celebrarle a la Revolución Cubana sus 56 años, entonces la Fiesta de la Bandera ya próxima, será también el ritual primero y único que tendrá Cuba y su actual filosofía de vida que es una lucha de los humildes por los humildes, sin distinción de razas ni credos; una fiesta que iniciará una nueva etapa de lucha por mantener lo que nos distingue como cubanos en todo el mundo.
Desde entonces cada último día del año, justo a la medianoche se eleva la bandera cubana y todos esperan su amplio ondear en cielo soberano y casi siempre estrellado. La ceremonia se acompaña por las notas del Himno Nacional y cientos de familias santiagueras y visitantes. Se llevan las mejores galas y sentimientos, se espera el año nuevo en colectivo, conocidos y desconocidos se hermanan, y el abrazo trasciende a las paredes de cualquier hogar.
2015 llega para celebrarle a la Revolución Cubana sus 56 años, entonces la Fiesta de la Bandera ya próxima, será también el ritual primero y único que tendrá Cuba y su actual filosofía de vida que es una lucha de los humildes por los humildes, sin distinción de razas ni credos; una fiesta que iniciará una nueva etapa de lucha por mantener lo que nos distingue como cubanos en todo el mundo.
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