Por Bárbara Aroche Cuadro Santiago de Cuba, 16 de dic.— Decir educador es decir, pedagogo, guía y muchos adjetivos más, es decir en una palabra muchas cosas relacionadas con esfuerzo diario dentro y fuera de la escuela, cumplir cabalmente con la ética, ser ejemplo, es ser constructor de la nueva sociedad y del hombre nuevo, lo que es comprendido hoy porque somos un pueblo libre, culto y educado.
Se ha dedicado esta vez toda una hermosa
jornada para homenajear al educador: esa figura de la sociedad que con
el triunfo revolucionario se ha agigantado a los ojos de aquellos que
esperaban que este triunfo durara poco y se equivocaron.
Múltiples pudieran ser los educadores y maestros cubanos que se han distinguido por su agnegado ejemplo. Sin embargo compartirán conmigo que hay ejemplos que no pueden faltar cuando de educadores se trata. Estamos hablando de personas como el Padre Félix Varela y Morales, José Julián Martí Pérez, o el compañero Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución.
Al definir que es educador el compañero Fidel, en el año 1990, en el discurso pronunciado en la clausura del Congreso "Pedagogía 90", en el Teatro "Karl Marx", señalo:"... los educadores son y tienen que ser vanguardias de la liberación de nuestros pueblos, en el sentido real de la palabra, para alcanzar la independencia, vanguardias de la integración de nuestros pueblos, más que los soldados".
Sin dudas, es necesario ver a los educadores como el que enseña a conocer y comprender el mundo, por tanto, liberan al hombre a través del sentido real de la palabra, al mostrarle la esencia de los fenómenos sociales y les permite visualizar la necesidad de integración de los pueblos para alcanzar metas superiores.
Antes se hablaba solamente de maestros, hoy se habla de educadores por el gran número de escuelas de otro tipo: primarias, secundarias, escuelas medias, escuelas especiales y círculos infantiles, donde tenemos tantos educadores que se han graduado de nivel superior.
Desde los primeros luchadores por la independencia hasta hoy, siempre el educador fue un símbolo de lo que significaba la independencia, la patria y la libertad". Esto tiene raíces profundas, porque ya ven ustedes cuánto tiempo y cuánto pensamiento dedicó Martí a la educación y a los maestros.
Pienso, que el día del educador, igual que el día de las madres, y otros días señalados, no se pueden enmarcar en una fecha, sino, de manera simbólica. Así el conocimiento del mundo no es obra de un día, sino, de todos los días en que estamos vivos, pues continuamente se aprende algo nuevo.
Hacemos un llamado a todos y cada uno de los ciudadanos de nuestro país, para velar por el cumplimientos de las normas de cuidado del medio ambiente, el respeto a los mayores, a las personas con discapacidad, y todas y cada una de las instituciones que han sido creadas por nuestro Estado para educarnos y con ello, como dijera Martí, prepararnos para la vida.
Recordemos aquellos que dijo Aristóteles: "El verdadero discípulo es el que supera al maestro". Demos nuestro reconocimiento en su fecha de celebración a los educadores, recordémonos de ellos por toda la vida, demos muestra de gratitud, sencillez y educación, por quién nos enseño a querer y respetarlo todo.
Múltiples pudieran ser los educadores y maestros cubanos que se han distinguido por su agnegado ejemplo. Sin embargo compartirán conmigo que hay ejemplos que no pueden faltar cuando de educadores se trata. Estamos hablando de personas como el Padre Félix Varela y Morales, José Julián Martí Pérez, o el compañero Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución.
Al definir que es educador el compañero Fidel, en el año 1990, en el discurso pronunciado en la clausura del Congreso "Pedagogía 90", en el Teatro "Karl Marx", señalo:"... los educadores son y tienen que ser vanguardias de la liberación de nuestros pueblos, en el sentido real de la palabra, para alcanzar la independencia, vanguardias de la integración de nuestros pueblos, más que los soldados".
Sin dudas, es necesario ver a los educadores como el que enseña a conocer y comprender el mundo, por tanto, liberan al hombre a través del sentido real de la palabra, al mostrarle la esencia de los fenómenos sociales y les permite visualizar la necesidad de integración de los pueblos para alcanzar metas superiores.
Antes se hablaba solamente de maestros, hoy se habla de educadores por el gran número de escuelas de otro tipo: primarias, secundarias, escuelas medias, escuelas especiales y círculos infantiles, donde tenemos tantos educadores que se han graduado de nivel superior.
Desde los primeros luchadores por la independencia hasta hoy, siempre el educador fue un símbolo de lo que significaba la independencia, la patria y la libertad". Esto tiene raíces profundas, porque ya ven ustedes cuánto tiempo y cuánto pensamiento dedicó Martí a la educación y a los maestros.
Pienso, que el día del educador, igual que el día de las madres, y otros días señalados, no se pueden enmarcar en una fecha, sino, de manera simbólica. Así el conocimiento del mundo no es obra de un día, sino, de todos los días en que estamos vivos, pues continuamente se aprende algo nuevo.
Hacemos un llamado a todos y cada uno de los ciudadanos de nuestro país, para velar por el cumplimientos de las normas de cuidado del medio ambiente, el respeto a los mayores, a las personas con discapacidad, y todas y cada una de las instituciones que han sido creadas por nuestro Estado para educarnos y con ello, como dijera Martí, prepararnos para la vida.
Recordemos aquellos que dijo Aristóteles: "El verdadero discípulo es el que supera al maestro". Demos nuestro reconocimiento en su fecha de celebración a los educadores, recordémonos de ellos por toda la vida, demos muestra de gratitud, sencillez y educación, por quién nos enseño a querer y respetarlo todo.
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