Plaza de la revolución

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miércoles, 10 de diciembre de 2014

La Constitución de la República de Cuba, ejemplo de los derechos humanos


 escudo de cubaPor Naylet Hernández Blanc
 
Al leer detenidamente la Constitución de la República de Cuba, desde su preámbulo, específicamente en su declaración que preside el profundo anhelo martiano, logrado desde  a partir del primero de enero de 1959 con el triunfo de la Revolución: “YO QUIERO QUE LA LEY PRIMERA DE NUESTRA REPÚBLIA SEA EL CULTO DE LOS CUBANOS A LA DIGNIDAD  PLENA DEL HOMBRE”, estamos en presencia de un genuino acto de derecho humano.

A partir de aquí cada artículo e inciso de  nuestra Constitución recoge de manera clara y directa los fundamentos políticos, sociales y económicos del Estado cubano, donde la soberanía del país reside en el pueblo, poder que se ejerce directamente por las Asambleas del Poder Popular en sus diferentes niveles.

Por una parte está el derecho del Estado a realizar la voluntad del pueblo trabajador garantizando, como lo precisa el artículo #9, la construcción del socialismo, la libertad y dignidad plena del hombre.

El disfrute de sus derechos, el ejercicio y cumplimiento de sus deberes y el desarrollo integral de su personalidad, también  se explicitan en la Constitución cubana que además indica el  aseguramiento del avance educacional, científico, técnico y cultural del país y la satisfacción de las necesidades.

Muchas serían las líneas para  demostrar la valía de la  Constitución de la República de Cuba, como ejemplo de los Derechos Humanos, graficados convenientemente en cada uno de sus 15 capítulos que incluyen temas vitales como Ciudadanía, Extranjería, La familia, Educación y cultura, Igualdad, Derechos, deberes y garantías fundamentales, Estado de emergencia, Principios de organización y funcionamiento de los órganos estatales, Los Órganos superiores y locales del Poder Popular, Sistema Electoral, Tribunales y Fiscalía, La División político- administrativa y hasta la reforma constitucional.

De manera que indudablemente la Constitución de la República de Cuba es, y vuelvo a nuestro José Martí, la primera y única ley que dignifica al hombre.

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