Por Brita Garcia Alberteris
Santiago de Cuba, 20 nov.— Total oscuridad que presagiaba la ausencia de los habitantes en el hogar. Cuando toco a la puerta casi desisto y recuerdo sus palabras: "cuando compita mi hijo me voy para La Habana para que no me grabes"; pero no, estaban en casa.
Santiago de Cuba, 20 nov.— Total oscuridad que presagiaba la ausencia de los habitantes en el hogar. Cuando toco a la puerta casi desisto y recuerdo sus palabras: "cuando compita mi hijo me voy para La Habana para que no me grabes"; pero no, estaban en casa.
Niurka y Narlis Sauquet, madre y hermana
de Robelis Despaigne Sauquet, taekwondoca de más de 87 kilogramos, me
dieron la satisfacción de compartir junto a ellas el triunfo de este
joven en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.
Fue una larga espera, porque Tele Rebelde estaba transmitiendo el juego de pelota Guatemala vs Cuba y después pusieron el ciclismo de pista, donde la cubanita Lisandra Guerra obtuvo medalla de oro. Mientras esperábamos Nuirka se paró y sentó varias veces en el balance, después de que la convencí para que lo hiciera.
Poco a poco los vecinos entraban a la casa, ocupando un puesto, ninguno quería perderse la pelea. Al comenzar el choque contra el costarricense Kristopher Moitland descubrí la diferencia de estatura, inquirí a la madre: ¿Cuanto mide Robelis?, muy presta me responde: "2,03".
Esa pequeña diferencia en su anatomía le permite llegar al contrario más rápido y con las técnicas aprendidas derrotar fácilmente a su oponente, cosa que ocurrió desde el segundo round 12 por 1. La alegría se apoderó de los presentes y Niurka no podía dejar de pensar en su hijo Robelis Despaigne, quien le ha dado tantas alegrías y me permitió a mí como periodista presenciar una pelea de un cubano en un evento internacional.
Fue una larga espera, porque Tele Rebelde estaba transmitiendo el juego de pelota Guatemala vs Cuba y después pusieron el ciclismo de pista, donde la cubanita Lisandra Guerra obtuvo medalla de oro. Mientras esperábamos Nuirka se paró y sentó varias veces en el balance, después de que la convencí para que lo hiciera.
Poco a poco los vecinos entraban a la casa, ocupando un puesto, ninguno quería perderse la pelea. Al comenzar el choque contra el costarricense Kristopher Moitland descubrí la diferencia de estatura, inquirí a la madre: ¿Cuanto mide Robelis?, muy presta me responde: "2,03".
Esa pequeña diferencia en su anatomía le permite llegar al contrario más rápido y con las técnicas aprendidas derrotar fácilmente a su oponente, cosa que ocurrió desde el segundo round 12 por 1. La alegría se apoderó de los presentes y Niurka no podía dejar de pensar en su hijo Robelis Despaigne, quien le ha dado tantas alegrías y me permitió a mí como periodista presenciar una pelea de un cubano en un evento internacional.
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