Por Israel Hernández Planas
Santiago de Cuba es una ciudad espacial. Ahora mismo
parece estar sobredimensionada en relación con otras ciudades cubanas
que han cumplido ya cinco siglos. Sucede que Santiago es especial y no
se trata de chovinismo. Cada terruño tiene su historia, su
idiosincrasia, la del Santiago de hoy y siempre redunda en orgullo por
nuestras costumbres y las formas en que contribuimos al crecimiento de
la ciudad.
Hace poco observaba desde un edificio la
Cabalgata que organizada por el Gobierno de la provincia sirviera de
lanzamiento de una campaña para edificar, remozar y trabajar en aras de
llegar al aniversario 500 con una ciudad digna de figurar en las mejores
guías de conservación o turísticas del mundo. Eran miles de
santiagueros despuntando el día por las principales calles que aceden a
la Ciudad Escolar 26 de Julio. Congas, bandas, banderas, globos, era una
fiesta andante donde cada uno manifestaba su amor la ciudad con estilo
propio. Ese mismo desfile ratificaba los aires de celebración que desde
ya se respiran en Santiago. Ahora por doquier el aniversario 500 es el
móvil de cada día.
Pavimientación de calles, edificación de nuevos espacios públicos, remozamientos de arterias y barrios distintivos de Santiago como San Pedrito o la Avenida Raúl Perozo conocida por Marimón son ahora objeto de profundas transformaciones gracias a un amplio plan inversionista que abarca desde las aceras hasta los inmuebles de los residentes.
Otros proyectos suenan igual de atractivo para los de esta urbe, como el rescate de la Carretera Turística, un verdadero portento de asfalto que zigzaguea por la parte este de la bahía desde el Reparto Planta hasta Punta Gorda. En este caso los santiagueros podrán disfrutar nuevamente de las maravillosas vistas de esta zona de la ciudad pero queda de parte de los organismos pertinentes hacer posible que dicha bondad pueda ser recibida por el máximo número de personas habilitando rutas de transporte que circulen por esa apartada localidad.
Pero lo que cabe resaltar que tras cada una de estas acciones está la mano nunca cansada del santiaguero. No es cosa de industrias de materiales de construcción ni de brigadas del MICONS. Todos aportan. Se ve por la ciudad, se nota en cada centro de trabajo y las alegorías al 500 afloran volviéndose masivas.
Por lo pronto aunque las motivaciones se materializan más públicas en el mismo centro de Santiago y sus áreas aledañas, en realidad se extienden hasta otras partes de la urbe. Cada Santiaguero quiere contribuir a la celebración por todo lo alto el próximo 25 de julio porque se sabe privilegiado de habitar una ciudad tan añeja, una de la primeras de Cuba.
Pavimientación de calles, edificación de nuevos espacios públicos, remozamientos de arterias y barrios distintivos de Santiago como San Pedrito o la Avenida Raúl Perozo conocida por Marimón son ahora objeto de profundas transformaciones gracias a un amplio plan inversionista que abarca desde las aceras hasta los inmuebles de los residentes.
Otros proyectos suenan igual de atractivo para los de esta urbe, como el rescate de la Carretera Turística, un verdadero portento de asfalto que zigzaguea por la parte este de la bahía desde el Reparto Planta hasta Punta Gorda. En este caso los santiagueros podrán disfrutar nuevamente de las maravillosas vistas de esta zona de la ciudad pero queda de parte de los organismos pertinentes hacer posible que dicha bondad pueda ser recibida por el máximo número de personas habilitando rutas de transporte que circulen por esa apartada localidad.
Pero lo que cabe resaltar que tras cada una de estas acciones está la mano nunca cansada del santiaguero. No es cosa de industrias de materiales de construcción ni de brigadas del MICONS. Todos aportan. Se ve por la ciudad, se nota en cada centro de trabajo y las alegorías al 500 afloran volviéndose masivas.
Por lo pronto aunque las motivaciones se materializan más públicas en el mismo centro de Santiago y sus áreas aledañas, en realidad se extienden hasta otras partes de la urbe. Cada Santiaguero quiere contribuir a la celebración por todo lo alto el próximo 25 de julio porque se sabe privilegiado de habitar una ciudad tan añeja, una de la primeras de Cuba.
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