Por Naylet Hernández Blanc
El 20 de septiembre de 1991, marca una de las fechas
más importantes dentro de la realización de la justicia social cubana,
pues entra en vigor la Convención sobre los derechos de la niñez y la
adolescencia, al ser publicado su texto oficial en la Gaceta Oficial
con una declaración firmada por el Presidente del Consejo de Estado de
la República de Cuba, Fidel Castro Ruz.
La Convención de los Derechos de los Niños, fue aprobada por unanimidad en la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
La Convención de los Derechos de los Niños, fue aprobada por unanimidad en la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
Se trata de un documento jurídico, de
alta significación por ser el primer tratado de derechos humanos para
las personas hasta los 18 años de edad y que implica el compromiso de
los Estados de respetar, proteger y satisfacer estos derechos y su
protección integral.
Esta Convención consta de 54 artículos y dos Protocolos Facultativos distribuidos unos a los derechos sustantivos de supervivencia, desarrollo pleno, a la protección contra influencias peligrosas, los malos tratos y la explotación; derecho a la plena participación en la vida familiar, cultural y social; otro grupo de artículos se refiere a los mecanismos de control para su cumplimiento y al papel que en ello deben desempeñar las agencias de Naciones Unidas.
En nuestro país la implementación de esta Convención tiene, entre otras acciones, el desarrollo del Proyecto de Divulgación de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia en Cuba, que integra los esfuerzos de numerosos organismos gubernamentales, instituciones y organizaciones sociales a favor del fortalecimiento de una cultura jurídica en la población y en la consolidación de la promoción y protección de los derechos de las niñas, los niños y adolescentes.
En tal sentido rectorado por representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Ministerio de Justica, un equipo multidisciplinario se encarga de realizar las diferentes acciones y cumplir con lo dictaminado por la Convención, mediante diferentes vías, bajo el lema “POR UN MUNDO AL DERECHO”.
Con más de quince años de actividad, se han capacitado a los protagonistas, niñas, niños y adolescentes en el conocimiento de sus derechos, a los padres, maestros las comunidades, además de desarrollar diferentes proyectos institucionales fundamentalmente en la educación y la salud pública, y comunitarios en beneficio del crecimiento integral de ellos.
De modo que la conmemoración de esta fecha, es más que eso, es la demostración de que niñas, niños y adolescentes también cuentan y son entes activos y participantes de la sociedad, su futuro como seres humanos con deberes, pero también con derechos, todos somos responsables de que esta ley se cumpla por el bienestar de la infancia y la adolescencia y la construcción de ese mundo mejor al que aspiramos.
Esta Convención consta de 54 artículos y dos Protocolos Facultativos distribuidos unos a los derechos sustantivos de supervivencia, desarrollo pleno, a la protección contra influencias peligrosas, los malos tratos y la explotación; derecho a la plena participación en la vida familiar, cultural y social; otro grupo de artículos se refiere a los mecanismos de control para su cumplimiento y al papel que en ello deben desempeñar las agencias de Naciones Unidas.
En nuestro país la implementación de esta Convención tiene, entre otras acciones, el desarrollo del Proyecto de Divulgación de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia en Cuba, que integra los esfuerzos de numerosos organismos gubernamentales, instituciones y organizaciones sociales a favor del fortalecimiento de una cultura jurídica en la población y en la consolidación de la promoción y protección de los derechos de las niñas, los niños y adolescentes.
En tal sentido rectorado por representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Ministerio de Justica, un equipo multidisciplinario se encarga de realizar las diferentes acciones y cumplir con lo dictaminado por la Convención, mediante diferentes vías, bajo el lema “POR UN MUNDO AL DERECHO”.
Con más de quince años de actividad, se han capacitado a los protagonistas, niñas, niños y adolescentes en el conocimiento de sus derechos, a los padres, maestros las comunidades, además de desarrollar diferentes proyectos institucionales fundamentalmente en la educación y la salud pública, y comunitarios en beneficio del crecimiento integral de ellos.
De modo que la conmemoración de esta fecha, es más que eso, es la demostración de que niñas, niños y adolescentes también cuentan y son entes activos y participantes de la sociedad, su futuro como seres humanos con deberes, pero también con derechos, todos somos responsables de que esta ley se cumpla por el bienestar de la infancia y la adolescencia y la construcción de ese mundo mejor al que aspiramos.
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