Por Mariano Aldana Villalón
En esta provincia se aplica una novedosa experiencia
para la sustitución del pienso de importación. Con ella se persigue
incrementar los indicadores de eficiencia de la ganadería en el sector
azucarero.
Aunque esta práctica se viene asimilando
en el territorio santiaguero hace solo muy poco tiempo, se nota ya un
serio trabajo, principalmente, por garantizar la base alimentaria del
ganado vacuno, a través de plantas como la morera, moringa, titonia,
king grass y caña.
Precisamente, con la combinación de estas plantas de alto valor proteico, se logra un pienso verde que puede sustituir al fabricado industrialmente y que el país no puede adquirir como lo desearía para desarrollar la ganadería vacuna.
Esta primera experiencia se aplica en 5 cooperativas de producción agropecuarias (CPA) “30 de Noviembre” y “Lino Alvarez”, de Songo-La Maya; “Sabino Pupo” y “Juan José Verdecia”, de San Luis; y “17 de Mayo”, de Palma Soriano.
En cada una de estas unidades productoras de caña ya se valida el impacto alimenticio. Por ejemplo, las vacas en ordeño de la CPA “Lino Alvarez” promediaban ante de esta experiencia 3 coma 2 litros por animal. Hoy se supera ese resultado en 1 litro medio.
La novedosa práctica tiene sus requerimientos. Tanto para la producción de leche como en la ceba de toros, las naves para su estabulación la experiencia se lleva a cabo con 20, 30 y hasta 50 animales.
En la mañana el rebaño se lleva a pastorear por espacio de 4 horas y luego regresa a la nave para continuar con la alimentación intensiva. De hecho, cada animal debe consumir unos 50 kilogramos de este pienso verde y tomar 100 litros de agua para convertir un kilogramo diario.
Los ejemplos positivos afloran en cada una de las unidades seleccionadas como piloto en esta experiencia. En el caso de la ceba de toros, la experiencia permitirá reducir su estadía a unos 6 meses con su peso comercial de 420 kilogramos. El cambio será, como se dice, de la noche a la mañana.
En la medida que se consolide la experiencia, se irá a una segunda etapa, que abarcará un mayor número de CPA, al tiempo que se experimentará este pienso verde a otros animales, que aportarán igualmente alimentos a los hombres y mujeres del sector azucarero.
Precisamente, con la combinación de estas plantas de alto valor proteico, se logra un pienso verde que puede sustituir al fabricado industrialmente y que el país no puede adquirir como lo desearía para desarrollar la ganadería vacuna.
Esta primera experiencia se aplica en 5 cooperativas de producción agropecuarias (CPA) “30 de Noviembre” y “Lino Alvarez”, de Songo-La Maya; “Sabino Pupo” y “Juan José Verdecia”, de San Luis; y “17 de Mayo”, de Palma Soriano.
En cada una de estas unidades productoras de caña ya se valida el impacto alimenticio. Por ejemplo, las vacas en ordeño de la CPA “Lino Alvarez” promediaban ante de esta experiencia 3 coma 2 litros por animal. Hoy se supera ese resultado en 1 litro medio.
La novedosa práctica tiene sus requerimientos. Tanto para la producción de leche como en la ceba de toros, las naves para su estabulación la experiencia se lleva a cabo con 20, 30 y hasta 50 animales.
En la mañana el rebaño se lleva a pastorear por espacio de 4 horas y luego regresa a la nave para continuar con la alimentación intensiva. De hecho, cada animal debe consumir unos 50 kilogramos de este pienso verde y tomar 100 litros de agua para convertir un kilogramo diario.
Los ejemplos positivos afloran en cada una de las unidades seleccionadas como piloto en esta experiencia. En el caso de la ceba de toros, la experiencia permitirá reducir su estadía a unos 6 meses con su peso comercial de 420 kilogramos. El cambio será, como se dice, de la noche a la mañana.
En la medida que se consolide la experiencia, se irá a una segunda etapa, que abarcará un mayor número de CPA, al tiempo que se experimentará este pienso verde a otros animales, que aportarán igualmente alimentos a los hombres y mujeres del sector azucarero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario