Por Israel Hernández Planas
La delegación de la agricultura en Santiago de Cuba
acomete grandes esfuerzos para lograr un aprovechamiento eficiente de
las áreas cultivables en los alrededores de la Ciudad Héroe. El llamado
como "Cinturón" se erige hoy como una de las opciones más alentadoras
para la producción de alimentos toda vez que existen las condiciones
agrícolas y el transporte no sería gran gasto a la hora de acarrear
todas las producciones a la ciudad.
Pensemos en los fértiles terrenos
suburbanos como una cerca imaginaria que rodea la urbe. Los generosos
campos del Caney seguirían su fama de pródigos en frutales pero otros
serían sus homólogos productivos con otros cultivos. Así se viene
diseñando desde hace unos cinco años en las dependencias de la
Agricultura en Santiago de Cuba, una idea que ya ha visto sus primeros
pasos con la revitalización de sitios como Sabana Ingenio y el
Organopónico de la República, en la parte norte de la ciudad, o la zona
de San Juan en el lado noreste.
Sucede que ante las nuevas formas de producción y los estimulantes modelos de comercialización que se han potenciado en Santiago producir alimentos ha sido la principal tarea de los campesinos e industriales santiagueros con el total apoyo de las estructuras políticas. No en balde han visto un crecimiento y presencia sostenida los productos en mercados agropecuarios y en los que comercializan alimentos procesados con una amplia base agrícola como los mercados ideales, piense en los jugos naturales, mermeladas, refrescos y otros preparados con derivados frutales.
Ahora las estructuras se alistan para desechar toda maleza en aquellas zonas cercanas que puedan ser usadas como polo productivo. A este empeño se suman los campesinos de las distintas formas productivas cercanas a la ciudad y que son valiosos en los aportes de productos como plátanos, ajos, cebollas, frutales, por sólo mencionar algunos. Igual es perenne la idea de seguir rescatando aquellas áreas que otrora fueron valiosas en la producción agrícola como El Sitio, en las inmediaciones de
la presa Parada, y que hoy deviene atractiva opción para los productores de la Empresa Agropecuaria Caney, aun cuando estos radiquen en el otro extremo de la ciudad.
Por lo pronto ya los mercados comienzan a percibir la presencia de productos obtenidos en los sitios que ya se encuentran en producción. Destaquemos el quehacer del organopónico la República o las casas de cultivos protegidos de Veguita y Campo Antena verdaderos colosos en la producción de vegetales y hortalizas que una vez alcanzadas sus capacidades máximas deberán sostener la afluencia de productos a los mercados y las industrias procesadoras. Sólo resta seguir trabajando y amarrar lo más que se pueda el Cinturón.
Sucede que ante las nuevas formas de producción y los estimulantes modelos de comercialización que se han potenciado en Santiago producir alimentos ha sido la principal tarea de los campesinos e industriales santiagueros con el total apoyo de las estructuras políticas. No en balde han visto un crecimiento y presencia sostenida los productos en mercados agropecuarios y en los que comercializan alimentos procesados con una amplia base agrícola como los mercados ideales, piense en los jugos naturales, mermeladas, refrescos y otros preparados con derivados frutales.
Ahora las estructuras se alistan para desechar toda maleza en aquellas zonas cercanas que puedan ser usadas como polo productivo. A este empeño se suman los campesinos de las distintas formas productivas cercanas a la ciudad y que son valiosos en los aportes de productos como plátanos, ajos, cebollas, frutales, por sólo mencionar algunos. Igual es perenne la idea de seguir rescatando aquellas áreas que otrora fueron valiosas en la producción agrícola como El Sitio, en las inmediaciones de
la presa Parada, y que hoy deviene atractiva opción para los productores de la Empresa Agropecuaria Caney, aun cuando estos radiquen en el otro extremo de la ciudad.
Por lo pronto ya los mercados comienzan a percibir la presencia de productos obtenidos en los sitios que ya se encuentran en producción. Destaquemos el quehacer del organopónico la República o las casas de cultivos protegidos de Veguita y Campo Antena verdaderos colosos en la producción de vegetales y hortalizas que una vez alcanzadas sus capacidades máximas deberán sostener la afluencia de productos a los mercados y las industrias procesadoras. Sólo resta seguir trabajando y amarrar lo más que se pueda el Cinturón.
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