Autor :David Basterrechea Gallego
Hay tesoros que se mantienen escondidos a la vista del hombre, en cambio, existen otros que no, son nuestros ojos los que se muestran ignorantes a su luz. Tal es el caso de “El Ecce Homo”, una de las reliquias que guarda el Museo Arquidiocesano Enrique Pérez Serante.
Quienes lo ven quizás no sientan admiración por sus colores. Algunos no hallarán relevante la técnica empleada, otros, dudarán sobre el mejor nombre o la posición de la imagen, lo que sí no se puede dudar es que constituye la pintura más antigua de Cuba.
“Muchos afirman que el Ecce Homo está asociado a una serie de milagros, diversos son los testimonios respecto al tema, uno de ellos, fue el del sacerdote Juan Lizano y Luyano, quien atestiguaba que en los primeros años de creado, vio al cuadro sudar sangre. Otro sacerdote, celebrando una misa por el vecindario, oyó una voz repetida desde lo alto que decía Ecce Homo, y desde entonces la pintura comenzó a llamarse por este nombre.También ataques de corsarios y piratas se vieron frustrados por las peticiones que se le hacían.” Expresó José Agustín Fernández Cano, guía del museo.
Su nombre significa He aquí el hombre, y fue la frase que expresó el gobernador romano Pilato en el pretorio, cuando presentó a Cristo delante de los judíos que aclamaban su crucifixión.
Según José Agustín: “el cuadro fue pintado en 1610 en Colombia por Francisco Antonio, como un encargo hecho por la propia religión cristiana de nuestro país, ya que la imagen del Cristo azotado tenía mucha devoción entre la población que abrazaba esta religión.”
Entre 1617 y 1618 la pintura llega a Santiago de Cuba y es colocada en la puerta de un sagrario de madera en la Catedral, otra de las reliquias que conserva el museo actualmente.
En el libro “Apuntes sobre el grabado y la pintura en Cuba” del historiador cubano del arte Jorge Rigol, aparece la referencia al Ecce Homo.
Así mismo en el libro “La Catedral de Santiago de Cuba” de la historiadora de la ciudad la Doctora Olga Portuondo Zúñiga, también se pueden encontrar datos sobre la pintura.
El museo, cuenta además con otro Ecce Homo, pero es una pintura perteneciente a la tendencia del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo.
Aún queda una larga lista de tesoros ajenos a nuestros ojos, que al igual que El Ecce Homo, son parte de la memoria de nuestro puebl; y es que hablar de la historia de Cuba, es también, hablar de religión.
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