Plaza de la revolución

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jueves, 12 de septiembre de 2019

Una estela de cariño dejó Almeida en Santiago de Cuba

Por Aída Quintero Dip

Santiago de Cuba, 12 sep.— El Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque (17 febrero 1927-11 septiembre 2009) dejó una estela de cariño en el pueblo de Santiago de Cuba, una tierra con la que tuvo un especial vínculo histórico y afectivo, aún impactante y conmovedor.
 
Muchas personas lo evocan con su franca sonrisa, conversando en una esquina con la gente, siempre presto al abrazo, a la explicación de cualquier asunto por escabroso que fuera, y a testimoniar sobre la Revolución y la cultura como sempiterno constructor de los nuevos tiempos y cantor de la Patria libre.

Y Santiago de Cuba le reciprocó siempre el mismo cariño a quien, después del triunfo de 1959, asumió responsabilidades como miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y su Delegado en Oriente, además de Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular por esta tierra, a la cual volvía una y otra vez y donde se sentía como en casa propia, según confesó.
 
El hombre que lució en su pecho la Estrella de Héroe de la República de Cuba con la misma sencillez que caracterizó su vida fue admirado por Enna Oliva Martínez, quien trabajó varios años a su lado y supo de su ardiente pasión como uno de los principales artífices del proceso transformador de la nación.
 
Lo considero una de las personalidades históricas más prominentes y queridas de la Revolución; con el aval de asaltante al Moncada, expedicionario del Granma y mítico guerrillero y, sin embargo, mantenía la sencillez y humildad de siempre, dice la representante de la Editorial Pablo de la Torriente, de la Unión de Periodistas en Santiago de Cuba.
 
Oliva Martínez expresó que los santiagueros se sienten honrados por tenerlo entre sus héroes más genuinos, y agregó que es simbólico haber emplazado una imagen suya a un costado del Teatro Heredia, en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, como dándose la mano con otro patriota glorioso de la historia.
 
Para el reconocido compositor Rodulfo Vaillant fue ideal colocarla en un sitio emblemático de la cultura y entorno patriótico de sostenido diálogo con el Titán de Bronce, ya que su legado va más allá de la lucha revolucionaria, al incursionar en el arte como escritor y compositor musical, con más de 300 canciones.
 
Almeida ofreció a Santiago de Cuba todo su sentir creador, muchos de sus temas fueron hechos aquí y debido a su apoyo, reapareció la agrupación de Chepín Choven y se formó desde esta tierra la orquesta Irakere, recuerda el presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia santiaguera.
 
Vaillant señaló con cuánta razón se afirma que Almeida, como José María Heredia, fue un cantor de la Patria, al poner poesía en cada obra edificada, y también música para reflejar la alegría del pueblo; era un combatiente artista, enfatizó finalmente.
 
Para honrarlo nunca faltan flores en el mausoleo erigido en la cima de la loma de La Esperanza, que atesora sus restos, junto a los de su padre Juan Bautista, su madre Rosario Teudola y de compañeros caídos en diferentes acciones combativas y donde el pueblo de Tercer Frente tiene una cita obligada cada 11 de septiembre.

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