Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 10 feb.— El derecho granmense Lázaro Blanco, refuerzo de los Leñadores de Las Tunas, pese a tener solo tres días de descanso luego de su actuación triunfal ante los Charros de Jalisco volvió a trepar a la lomita del estadio Rod Carrew y sumó sólido desempeño de cinco entradas completas sin permitir carreras ante los Cardenales de Lara para convertirse en baluarte de la victoria que abrió a Cuba las puertas de la final de la 61 Serie del Caribe a disputarse este domingo y cuyo otro protagonista será la formación local Toros de Herrera que doblegó a Cangrejeros de Santurce en el choque que cerró la jornada sabatina.
Blanco atesora un historial brillante en este certamen regional pues con las doce entradas sin permitir carreras y dos triunfos sin derrotas en la presente edición no solo se erige en el lanzador más destacado de la cita actual sino que su saldo general de seis aperturas en tres participaciones (2017, 2018 y 2019) con cuatro victorias y una sola derrota en un total de 37 entradas lanzadas con escasas cinco carreras limpias permitidas y formidable efectividad de 1.22 le califican para ser tomado en cuenta a la hora de nuevas exaltaciones al Salón de la Fama del Béisbol del Caribe.
A la excelente apertura regalada por Blanco se añadió un eficaz desempeño del bullpén por intermedio de Yoanni Yera, Yoalkis Cruz, Yariel
Rodríguez y Raidel Martínez quienes trazaron de conjunto las cuatro argollas finales para consagrar el importante triunfo cubano.En apoyo a esa labor contundente desde el box la artillería cubana aportó dos carreras de ventaja en el tercer episodio que habrían sido más que suficientes para la celebración final, pero aún así clavaron la clásica puntilla en el sexto capítulo.
Las dos rayitas del cierre del primer tercio cuajaron por sencillo de Yunieski Larduet –bateó de 5-3 y fue el más activo con el madero- avance a segunda y luego a tercera por bola ocupada a lo que siguió un imparable de Alfredo Despaigne que activó la registradora.
En jugada continuada Despaigne ancló en segunda por pifia del jardinero izquierdo y luego vinieron bases por bolas consecutivas a Samón, Alomá y Carlos Benítez que provocaron carrera forzada y dieron lugar a la explosión del abridor Raúl Rivero.
La de la puntilla fue obra de Yunieski Larduet al apuntarse jit, adelantar a segunda por bola ocupada, robar tercera y provocar error en tiro del receptor que le dejó libre el camino hacia la goma.
El juego lo ganó Lázaro Blanco (2-0), lo perdió Raúl Rivero (0-1) y se acreditó punto por juego salvado Raidel Martínez (2), este último con un impecable cierre de una entrada y un tercio con solo un jit permitido y par de ponches propinados.
Con la victoria cubana se produjo un triple empate en ganados y perdidos entre Cuba, Venezuela y México pero los Leñadores atraparon el boleto hacia la final por mejor promedio de carreras.
A segunda hora el sorprendente equipo de Panamá doblegó a Puerto Rico con pizarra de 1 carrera por cero al combinar en la cuarta entrada par de jits con un error en tiro del torpedero que permitió el avance a la goma del grandes ligas y cuarto bate panameño, Allen Córdoba.
Ganó el abridor Oriel Caicedo (1-0) y perdió el también abridor Adalberto Flores (0-1).
Con este triunfo los itsmeños igualaron en victorias y derrotas con República Dominicana (3-1) pero ganaron el derecho a la final al aplicarse la fórmula de desempate.
Así las cosas, la batalla por el título este domingo tendrá como protagonistas a dos equipos invitados: Leñadores de Las Tunas y Toros de Herrera de Cuba y Panamá, respectivamente.
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