Santiago de Cuba, 5 ene.— El 5 de enero de 1961, apenas comenzado en Cuba el Año de a Educación, una banda de terroristas al servicio de la CIA norteamericana, asesinó en El Escambray al joven maestro voluntario de 18 años Conrado Benítez García, quien tenía a su cargo una escuela con 44 niños por el día e igual cifra de adultos por la noche, en Pitajona, Finca San Ambrosio, antigua provincia de Las Villas.
La respuesta a ese repugnante crimen por nuestro pueblo no se hizo esperar y más de 300 MIL cubanos, entre ellos 100 000 adolescentes y jóvenes, se ofrecieron como maestros para llevar a cabo la gran campaña nacional de la educación, que se desarrollaría ese año para enseñar a leer y a escribir a cerca de un millón de personas, tal y como o había prometido Fidel ante la Asamblea General de la ONU, en septiembre de 1960.
El peso de esa campaña recayó sobre los integrantes de la Brigada de Alfabetizadores Conrado Benítez, que marchando hacia los lugares más recónditos de la isla fueron a llevar el pan de la enseñanza a aquellos que se les había negado esa posibilidad por los gobiernos anteriores.
Conrado Benítez García era un joven negro de origen muy humilde, nacido en Matanzas, el 19 de enero de 1942; y tras el triunfo de la revolución y al llamado de esta se formó como maestro voluntario en Minas de Frio, en la Sierra Maestra, junto a miles de jóvenes más que constituyeron a avanzada del desarrollo educacional en Cuba.
Apresado por los contrarrevolucionarios en la noche del 4 de enero en la comunidad donde tenía su escuela, Benítez fue trasladado al campamento del cabecilla Orlando Ramírez, en La Tinajita, quien lo conminó a incorporarse a su banda, pero ante la negativa del maestro diciéndole que él era revolucionario, fue ahorcado en un árbol no sin antes someterlo a crueles torturas.
El asesinato de Conrado Benítez indignó a nuestro pueblo, que no renunció al propósito de realizar la Campaña Nacional de a Alfabetización.
Días después, el 20 de enero de 1961, el Comandante en Jefe Fidel Castro refiriéndose a ese crimen dijo: “Era pobre, era negro y era maestro. He ahí las tres razones por las cuales los agentes del imperialismo lo asesinaron”
El 22 de diciembre de ese año 1961 Cuba se proclamó territorio libre de analfabetos, como el mejor homenaje de nuestro pueblo a Conrado Benítez García y a otros brigadistas, maestros, alfabetizadores populares y campesinos, que entregaron sus vidas por tan noble propósito. A ellos gracias por el ejemplo.
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