Por Aida Quintero Dip/Foto Eduardo Palomares
Santiago de Cuba, 14 may.— Un tributo muy especial recibió este domingo la insigne patriota Mariana Grajales, madre de todos los cubanos, con la colocación de una ofrenda floral ante su tumba en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba, su tierra natal.
Esas flores, en nombre del pueblo de Cuba, rindieron honores a la progenitora de los Maceo, mujer de ideales, horcón y aliento en la pelea de una familia de valientes hombres y mujeres que derrocharon coraje durante el siglo XIX en la lucha por la independencia de la nación.
Participaron en el homenaje los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) Lázaro Expósito Canto, primer secretario del PCC en la provincia, y Beatriz Johnson Urrutia, vicepresidenta del Consejo de Estado y presidenta del Poder Popular en el territorio, entre otros dirigentes.
En fecha en que se celebra el Día de las Madres, los hijos prodigan amor a quienes les dieron la vida y tampoco olvidan a las que ya no están, por eso el recuerdo de Mariana Grajales, de la cual José Martí escribió al saber de su muerte: "Es la mujer que más ha conmovido mi corazón".
Alguien que la conoció bien y admiró en los campamentos y escenarios de batallas, el mayor general José María Rodríguez Rodríguez (Mayía), dijo de la excelsa mambisa: “Pocas matronas producirá Cuba de tanto mérito, y ninguna de más virtudes\".
Para Joel Mourlot Mercaderes, periodista e historiador estudioso de la vida y obra de la familia Maceo-Grajales, es Mariana madre excepcional de Cuba, la que parió, educó hijos virtuosos, y alcanzó la supervivencia a 11 vástagos en el ejercicio de las mejores cualidades humanas, un logro extraordinario que la sociedad debe justipreciar siempre.
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