El 10 de abril de 1895, justo el día en que el Partido Revolucionario Cubano creado por José Martí cumplía su tercer aniversario, uno de sus fundadores el Mayor General Francisco Adolfo Crombet Tejera, cayó combatiendo al enemigo por la independencia de la patria, en Yateras, región de Guantánamo.
Diez días atrás, el primero de abril, Flor Crombet había llegado a Duaba en la costa nororiental, al frente de la expedición de la goleta Honor, donde regresaron a Cuba los hermanos Antonio y José Maceo, junto a una veintena de patriotas más para incorporarse a la gesta independentista que había estallado en la isla el 24 de febrero de 1895.
Después del desembarco los expedicionarios fueron detectados casi de inmediato, iniciándose una feroz persecución por tropas españolas y guerrilleros voluntarios al servicio de la corona, teniendo que separarse en varios grupos para poder escapar, no sin antes combatir bravamente.
El 10 de abril el grupo al mando de Crombet fue sorprendido en una emboscada en la Loma de Alto de Palmarito, en Yateras, donde Flor recibió un balazo en el cráneo que le provocó la muerte de inmediato, cayendo además otros tres revolucionarios y solo pudo sobrevivir José Maceo al lanzarse por un barranco.
En la serranía guantanamera, justo en el cafetal Felicidad, fue sepultado el cuerpo de Adolfo Crombet Tejera y allí permaneció hasta 1901, cuando fueron trasladados a Santiago de Cuba e inhumados con los honores correspondientes a su jerarquía militar.
Flor Crombet, era natural de El Cobre, localidad próxima a Santiago de Cuba. Con tan solo 17 años se incorporó a la guerra independentista poco más de un mes después de alzamiento de La Demajagua, combatiendo a las órdenes de Máximo Gómez, Antonio Maceo y Guillermón Moncada entre otros destacados jefes sobresaliendo por su intrepidez y pericia militar lo cual le valió para ir ascendiendo de grado hasta 1874 en que le fuera conferido el de Coronel.
Flor estuvo entre los oficiales que acompañaron al Mayor General Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá. Posteriormente, participó junto a Calixto García en los preparativos de la Guerra Chiquita, siendo apresado en campo insurrecto guardando prisión durante 23 meses en Cuba y España, país este de donde escapó hacia Estados Unidos, conociendo aquí a José Martí e identificándose con sus ideales.
En una proclama que constituyó su testamento político Crombet expresó: “No permitamos que nuestra patria pase al Siglo Veinte cubierta de cadenas, esforcémonos porque sea admitida como la heroína del Mar Caribe…”
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