Santiago de Cuba, 26 feb.— Disimiles son las obras de gran impacto que se ejecutan en Santiago de Cuba para saludar el aniversario 65 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Sitios que cambiarán su objeto social para convertirse en centros de servicios formarán parte de la transformación citadina. En una urbe que va por más satisfacción para el pueblo.
Una atmósfera diferente se apodera de Santiago de Cuba. Aires renovados se respiran en sus calles y el rostro de cada transeúnte evidencia la satisfacción con las acciones que se realizan en el territorio para beneficio social.
Cerca de la plaza de la Revolución mayor General Antonio Maceo Grajales solo se escuchan los constructores y sus aditamentos.
La antigua terminal de ómnibus nacional, además del restaurante la plaza y el motel del mismo nombre son hoy un pasado y en un futuro será uno de los centros comerciales más prestigioso del país. Disímiles serán los departamentos donde el público encontrará variedades de productos que suplirán su demanda y necesidades.
Si caminamos por varios lugares del territorio nos percatamos de la reanimación de varios locales, que han cambiado su objeto social para convertirse en centros de servicios.
Tal es el caso de la panadería dulcería el Salchipan, donde se comercializa alrededor de 17 tipos de panes y dulces finos. En la provincia existen decenas de panadería dulcerías de este tipo. Sin embargo este local es una muestra de lo que se crea en la provincia para producir alimentos.
Igual sucede con el proyecto de Plaza de Marte, que es un símbolo de la belleza, el orden, la limpieza y la higiene de Santiago de Cuba. En los alrededores de esta céntrica plaza había 12 instituciones administrativas y fueron transformadas en centros de servicios.
En el corredor patrimonial Las Enramadas y sus zonas aledañas hay un fervor constructivo. Locales ocupados por centros laborales han cedido sus espacios para brindar atención al pueblo.
Una nueva versión de la conocida Bodeguita del Medio, de La Habana, se construyò en dicho paseo comercial de la ciudad. El inmueble conserva la estructura original y tiene al Mojito como el trago principal de su cartera de productos. Además de la musica tradicional cubana que no falta en los horarios de la 10 de la mañana hasta las 11 de la noche.
También en el casco histórico, cerca del Parque Céspedes se amplió el complejo gastronómico Plaza de Armas, edificio que data de principios del siglo XX. Sus atractivas ofertas culinarias y el servicio ameno, hacen que los transeuntes acuden al lugar donde la vista real maravillosa que brinda la segunda planta enamora al cliente.
Las obras terminadas y las que aún están en desarrollo, contribuirán grandemente a la mejora de la calidad de vida de los pobladores de la villa.
De nuestro comportamiento y cuidado dependerá que se mantengan en buen estado para poder disfrutarlas, así demostraremos que en este 2018 Santiago de Cuba Va por más.
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