Baracoa, 29 ene.— El moderado incremento del nivel de los ríos, incluido el caudaloso Toa, figura entre los efectos de la compleja situación atmosférica que afronta Baracoa, donde han ocurrido además, en los últimos días, penetraciones del mar y sufrieron daños leve tres viviendas.
Los inmuebles perdieron la cubierta y pertenecen a la comunidad Agroforestal de Palma Clara, ubicada al pie del viaducto La Farola, declaró en exclusiva a la ACN Tony Matos Romeros, miembro del Buró Provincial del Partido y primer secretario en el segundo municipio guantanamero en importancia.
Matos Romero precisó que el Toa se mantiene dentro de su cauce, al igual que las restantes corrientes fluviales que circundan a la Primogénita de las Villas y Ciudades, a pesar de que “no cesa de llover y han tenido lugar además rachas de vientos superiores a los 60 kilómetros, una de ellas reportada hoy por la estación meteorológica de Jamal”.
Indicó además que el pasado 10 de enero el Centro de Meteorología Provincial (CMP) emitió un aviso de alerta temprana, sobre la cercanía de un frente frío extendido al Paso de los Vientos, el cual separa a la ínsula caribeña de la parte occidental de la Española y solo dista unos cuatro kilómetros de la Villa Primogénita.
En ese parte, explicó Matos Romero, se advirtió sobre la necesidad de prepararse para la humedad proveniente de nublados bajos del nordeste, los cuales conformaban un sistema frontal, reforzado por fuertes corrientes del suroeste, entre otras condiciones locales.
Aunque esas circunstancias variaron levemente, han generado inestabilidad en la zona, con nublados y constantes lluvias que arrojan un acumulado de 78,5 milímetros (mm) durante los últimos ocho días, y alcanzaron en las dos primeras decenas 58,4 mm en la estación de Maisí y 50,8 en la de Jamal.
Según el CMP las persistentes precipitaciones, que han perdurado durante casi toda la semana anterior, tienen su raíz en el flujo de nubes procedentes del nordeste, “por la periferia de un anticiclón migratorio, transformado en oceánico”.
A ese factor atribuye el ingeniero Raúl del Olmo Juan, especialista de esa institución, las lluvias en general, y en particular las marejadas que se reportan en el malecón de la también conocida como “Ciudad de las Aguas”.
Esa obra ingeniera, de aproximadamente tres kilómetros de longitud, bordeada por arrecifes cuya altura promedio oscila entre los dos y cinco metros, es un objetivo sobremanera vulnerable en épocas lluviosas, e incluso en el denominado período seco (noviembre-abril)..
Explica esa vulnerabilidad el fuerte oleaje que transita hasta el malecón, procedente del kilómetro 40 ubicado entre las islas Acklins y Mayaguana, en el llamado escudo de Las Bahamas, “sin que en su trayectoria se interponga siquiera un diminuto islote, para detener ese destructor impulso”
Como un aliado natural de los fenómenos atmosféricos generados en el Atlántico Norte, actúa ese archipiélago de 700 islas e islotes que se extiende por mil 200 kilómetros, desde el sureste de la península de La Florida, Estados Unidos, hasta el extremo este de la mayor de Las Antillas.
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