Palma Soriano, Santiago de Cuba, 13 sep.— La etapa de contingencia vivida hace pocos días por los palmeros durante el paso de huracán Irma, aunque no transcendió por daños materiales siempre dejó recuerdos de momentos inolvidables.
Por ejemplo Virgen Beatriz Acosta una
Joven 38 semanas de gestación cuenta su vivencia: “Vivo en la carretera
del cementerio de Palma en un barrio conocido como La Concepción, mi
vivienda esta en mal estado y en cuanto se iniciaron los avisos de
huracán, en mi barrio comenzaron las evacuaciones. En mi caso muy
particular no solo fueron los de la Defensa Civil a mi casa, también mi
médico de la familia acudió con urgencia y junto a mi mamá y a mi esposo
me trasladaron hasta el Instituto Politécnico Agropecuario Giraldo
Córdova, lugar con todas las condiciones”.
La edificación confortable fue el centro escogido para poner a buen resguardo la vida de las gestantes de los hogares maternos y de otras zonas del municipio.
Sobre la atención en este sitio, nos comenta Virgen “Desde que llegué me tomaron los signos vitales y así lo fueron haciendo cada cierto tiempo, la alimentación siempre muy buena y buen trato”.
Pero cuando las lluvias arreciaron por la cercanía de Irma la joven comenzó a sentir síntomas desfavorables de los que comentó: “Mi barriga comenzó a ponerse dura, empecé a perder líquido y por momentos se incrementaban los dolores bajo vientre, rápido lo informé a la enfermera y llamaron a la ambulancia para ser trasladada al hospital y recibir una asistencia especializada, en el hospital donde se pudo realizar felizmente mi parto”.
Así con urgencia pese a las lluvias se resguardó la vida de Virgen Beatriz y su bebé, muestra de cuanta prioridad se le da en Cuba a lo más importante salvar la vida humana.
La edificación confortable fue el centro escogido para poner a buen resguardo la vida de las gestantes de los hogares maternos y de otras zonas del municipio.
Sobre la atención en este sitio, nos comenta Virgen “Desde que llegué me tomaron los signos vitales y así lo fueron haciendo cada cierto tiempo, la alimentación siempre muy buena y buen trato”.
Pero cuando las lluvias arreciaron por la cercanía de Irma la joven comenzó a sentir síntomas desfavorables de los que comentó: “Mi barriga comenzó a ponerse dura, empecé a perder líquido y por momentos se incrementaban los dolores bajo vientre, rápido lo informé a la enfermera y llamaron a la ambulancia para ser trasladada al hospital y recibir una asistencia especializada, en el hospital donde se pudo realizar felizmente mi parto”.
Así con urgencia pese a las lluvias se resguardó la vida de Virgen Beatriz y su bebé, muestra de cuanta prioridad se le da en Cuba a lo más importante salvar la vida humana.
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