Por Armando Fernández Martí
Santiago
de Cuba, 24 jul.— Entre los días 24 y 25 de julio de 1953 viajaron a
Santiago de Cuba y Bayamo los 153 combatientes de la Generación del
Centenario, incluidas dos mujeres, que tomarían parte en los asaltos a
los cuarteles Moncada y Céspedes, cuyo traslado se hizo en medio de la
más absoluta discreción, utilizando diferentes vías: unos por carretera
en autos y otros en tren.
La selección de estos asaltantes se hizo
también discretamente entre las distintas células del movimiento
teniendo cuidado en escoger a los más decididos y por razones
humanitarias, a aquellos que no tuvieran hijos.
Muchos hombres
más dispuestos a combate quedaron en espera, pues el número de armas
existentes no permitía que los escogidos fueran más de un centenar y
medio para ejecutar ambas acciones en Bayamo y Santiago de Cuba.
La
guarnición del Moncada por su parte, estaba compuesta por 374 hombres
del Regimiento Maceo y unos 26 del Escuadrón 18 de la Guardia Rural, que
hacían un total de 402 soldados. Al momento del asalto el armamento del
cuartel sobrepasaba las 1300 armas de diferentes tipos y calibres,
incluidas ametralladoras 50 y 30 y 865 fusiles Springfield.
En lo
que respecta al cuartel Céspedes de Bayamo, era la sede del Escuadrón
13 de la Guardia Rural contando con una guarnición de 38 soldados bien
armados, mientras que los asaltantes al mismo sumarían 25 cuyas armas no
eran de las mejores para este tipo de combate.
Los
revolucionarios por su parte, tenían 164 armas, entre escopetas,
fusiles, carabinas, subametralladoras y pistolas, además de unos 10 MIL
proyectiles de diferentes calibres, las cuales comenzaron a trasladarse
por ferrocarril hacia Santiago de Cuba y Bayamo, lugares donde se
ejecutarían las acciones, y todo en el más absoluto silencio.
No
obstante la diferencia en armas y hombres entre los cuarteles de la
tiranía y los jóvenes asaltantes, Fidel tenía la confianza de que ambas
instalaciones podían ser tomadas sorpresivamente e iniciar con ello una
rebelión del pueblo de Santiago de Cuba contra la dictadura de Fulgencio
Batista y no solo eso, sino también derrocarla
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