Santiago de Cuba, 24 jul.— Investigaciones de desarrollo genético, convenios de criadores individuales e inversiones en fábricas de pienso, son estrategias para producir más carne en la Empresa Porcina de la provincia de Santiago de Cuba.
Las unidades con resultados integrales
son Pinalito I y Pinalito II, en el municipio de Mella, y la Cooperativa
Amistad Cuba-México, de la localidad de Songo-La Maya, mientras que
Contramaestre y San Luis cumplen indicadores de eficiencia para que el
territorio se ubique entre los mejores del país.
Directivos de la entidad explicaron que se incrementó la contribución a la alimentación gracias a la nueva tecnología de procedencia española instalada en la Fábrica de Pienso de Contramaestre, que aporta mil 100 toneladas al mes y diariamente procesa seis toneladas por hora.
La industria garantiza la comida de quienes desarrollan la porcinocultura en las seis formas pautadas por los convenios, para los cuales se vende pienso de alto valor genético con una gran demanda.
Esas producciones en forma de embutidos u otras variedades se destinan a la canasta familiar, hospitales, hogares maternos y de ancianos, la merienda escolar, círculos infantiles, escuelas, hoteles, unidades gastronómicas y los mercados agropecuarios estatales.
Aunque enfrenta diversos retos por la producción y uso de alimentos nacionales, el sistema porcino despunta en los nueve municipios por la prevención de enfermedades, cuidado del medio ambiente, tratamiento adecuado de residuales y el uso del biogás en la generación de electricidad.
En pleno crecimiento la Empresa Porcina Santiago avanza cuando sus principales renglones se reaniman por la rehabilitación de las instalaciones, la incorporación de reproductoras de elevada calidad genética y la estabilidad en la elaboración de piensos, aunque no satisface la demanda.
Directivos de la entidad explicaron que se incrementó la contribución a la alimentación gracias a la nueva tecnología de procedencia española instalada en la Fábrica de Pienso de Contramaestre, que aporta mil 100 toneladas al mes y diariamente procesa seis toneladas por hora.
La industria garantiza la comida de quienes desarrollan la porcinocultura en las seis formas pautadas por los convenios, para los cuales se vende pienso de alto valor genético con una gran demanda.
Esas producciones en forma de embutidos u otras variedades se destinan a la canasta familiar, hospitales, hogares maternos y de ancianos, la merienda escolar, círculos infantiles, escuelas, hoteles, unidades gastronómicas y los mercados agropecuarios estatales.
Aunque enfrenta diversos retos por la producción y uso de alimentos nacionales, el sistema porcino despunta en los nueve municipios por la prevención de enfermedades, cuidado del medio ambiente, tratamiento adecuado de residuales y el uso del biogás en la generación de electricidad.
En pleno crecimiento la Empresa Porcina Santiago avanza cuando sus principales renglones se reaniman por la rehabilitación de las instalaciones, la incorporación de reproductoras de elevada calidad genética y la estabilidad en la elaboración de piensos, aunque no satisface la demanda.
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