Santiago de Cuba, 8 jun.— El programa Santiago Arde, movimiento constructivo y de rehabilitación, nacido al calor de la recuperación de los establecimientos dañados por un incendio en la popular calle Enramadas, se extiende a muchos sitios de la provincia santiaguera. En el poblado de El Caney las labores de reanimación hacen renuevan su entorno y mejoran la calidad de vida de los habitantes.
Pintoresco
y popularmente reconocido por la dulzura de sus frutas El Caney es un
poblado santiaguero que ahora le pone sabor al proyecto constructivo
Santiago Arde. Con fuego renovador se labora aquí en unos 35 objetos de
obras, algunas de forma completa, en otras las rehabilitaciones son
parciales.
Así renacerá un centro gastronómico, el Kimbo y un complejo deportivo con gimnasio biosaludable. Prácticamente han concluido los trabajos de reanimación del parque central Los Maceo, en el que se mejoró la jardinería, la glorieta y están a punto de instalarse las nuevas farolas.
Como parte de este movimiento se recuperan 9 bodegas y una se construye desde los cimientos. En la Casa de Cultura también se realizan diversos trabajos de carpintería y en sus exteriores. La adaptación de un local para consultorio médico y remodelaciones parciales a unas 75 viviendas están dentro de la acciones que se ejecutan.
Aquí se toman medidas para organizar las labores y ser más eficientes. En tal sentido Rafael Carbonell, Presidente Consejo Popular de El Caney comentó: el suministro de materiales no ha estado estable pero en algún momento llega. A veces tenemos una cosa nos falta otra y hemos sabido aprovecharlos. Lo que hemos hecho es laborar en turnos dobles siempre que tengamos los recursos y tratar que no haya material descansando.
Uno de los aspectos que distingue a este proyecto renovador es la participación popular y lo confirma el propio Carbonell cuando asegura que hay mucho entusiasmo y todos desde los niños, los jóvenes hasta los adultos y ancianos llegan a las distintas obras brindado su aporte.
Olivia González Hernández, es una vecina que colabora con las brigadas y ella afirmó: uno tiene que ayudar a los demás, si yo tengo el poquito de agua, de café, un dulce se los traigo hay que ser solidarios y agradecidos con estos obreros que están reanimando nuestro poblado.
Sitio emblemático del Caney es el Fruti, donde jugos, batidos y helados de frutas refrescan a lugareños y visitantes. Sin dejar de prestar servicios en esta unidad se reparan algunos de sus locales y fue restaurada la cubierta de tejas.
Así se reanima y mejora la calidad de vida de los más de 28 mil habitantes del añejo poblado de 478 años y una historia que habla de gente valiente, laboriosa y donde como sentencia una popular canción “las frutas están saturadas de miel”.
Así renacerá un centro gastronómico, el Kimbo y un complejo deportivo con gimnasio biosaludable. Prácticamente han concluido los trabajos de reanimación del parque central Los Maceo, en el que se mejoró la jardinería, la glorieta y están a punto de instalarse las nuevas farolas.
Como parte de este movimiento se recuperan 9 bodegas y una se construye desde los cimientos. En la Casa de Cultura también se realizan diversos trabajos de carpintería y en sus exteriores. La adaptación de un local para consultorio médico y remodelaciones parciales a unas 75 viviendas están dentro de la acciones que se ejecutan.
Aquí se toman medidas para organizar las labores y ser más eficientes. En tal sentido Rafael Carbonell, Presidente Consejo Popular de El Caney comentó: el suministro de materiales no ha estado estable pero en algún momento llega. A veces tenemos una cosa nos falta otra y hemos sabido aprovecharlos. Lo que hemos hecho es laborar en turnos dobles siempre que tengamos los recursos y tratar que no haya material descansando.
Uno de los aspectos que distingue a este proyecto renovador es la participación popular y lo confirma el propio Carbonell cuando asegura que hay mucho entusiasmo y todos desde los niños, los jóvenes hasta los adultos y ancianos llegan a las distintas obras brindado su aporte.
Olivia González Hernández, es una vecina que colabora con las brigadas y ella afirmó: uno tiene que ayudar a los demás, si yo tengo el poquito de agua, de café, un dulce se los traigo hay que ser solidarios y agradecidos con estos obreros que están reanimando nuestro poblado.
Sitio emblemático del Caney es el Fruti, donde jugos, batidos y helados de frutas refrescan a lugareños y visitantes. Sin dejar de prestar servicios en esta unidad se reparan algunos de sus locales y fue restaurada la cubierta de tejas.
Así se reanima y mejora la calidad de vida de los más de 28 mil habitantes del añejo poblado de 478 años y una historia que habla de gente valiente, laboriosa y donde como sentencia una popular canción “las frutas están saturadas de miel”.
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