Santiago de Cuba, 20 mar.— Con un atractivo espectáculo en la emblemática Plaza de Marte, de la ciudad de Santiago de Cuba, concluyó este domingo, en la oriental urbe, la edición 55 del Festival Internacional de la Trova Pepe Sánchez.
Ante un auditorio deleitado por la
belleza y calidad sonora que emana de esa expresión musical, ofrecieron
sus talentos artistas del patio e invitados, entre ellos el trovador
Felipón, el septeto Ecos del Tivolí, el trío Palabras, de la provincia
de Sancti Spíritus, el dúo Ákana y el joven cantante y compositor Adrián
Berazaín.
La clausura de la cita devino nuevamente espacio de confluencia de amantes del género, de diferentes generaciones, quienes ofrecieron una presentación de lujo que fue apreciada por nacionales y foráneos que concurrían la céntrica plaza, y además, por quienes se encontraban en sus alrededores y se acercaron, atraídos por la singular melodía.
Makoto Sasaki, japonés asistente al festival durante 17 años consecutivos, dijo a la ACN que otra vez el encuentro demostró su alto nivel de convocatoria entre juglares cubanos y extranjeros, dispuestos a seguir posicionando la trova como una de las vertientes sonoras más ricas a nivel internacional, que siempre ha expresado el amor y nobles sentimientos.
En esta ciudad hay mucho talento, se ve en las calles, en la gente que espontáneamente ofrece su sonrisa y se mueve con un ritmo natural, eso me inspira, manifestó Sasaki, a la vez que resaltó la preferencia de muchos de sus coterráneos por la trova, portadora de un lenguaje universal.
Mientras, la joven santiaguera Dayesi Cordero, comentó que el festival es una magnífica oportunidad para fomentar la apreciación estética del género, el cual no pocos de sus contemporáneos consideran música para públicos de edades avanzadas, debido al desconocimiento y el constante consumo de patrones sonoros modernos.
Desde el 15 de marzo último, la urbe santiaguera acogió conciertos y descargas en teatros y espacios abiertos, incluidas populares barriadas, además de intercambios teóricos que incentivaron el debate sobre los orígenes, estado actual de la trova y las acciones inmediatas para consolidarla, con apego a sus esencias.
El festival, que lleva el nombre del padre de la canción trovadoresca y el bolero en Cuba, estuvo dedicado este año al aniversario 150 del natalicio del también virtuoso músico Sindo Garay, y a las 55 ediciones ininterrumpidas del evento, único de su tipo en la Isla.
La clausura de la cita devino nuevamente espacio de confluencia de amantes del género, de diferentes generaciones, quienes ofrecieron una presentación de lujo que fue apreciada por nacionales y foráneos que concurrían la céntrica plaza, y además, por quienes se encontraban en sus alrededores y se acercaron, atraídos por la singular melodía.
Makoto Sasaki, japonés asistente al festival durante 17 años consecutivos, dijo a la ACN que otra vez el encuentro demostró su alto nivel de convocatoria entre juglares cubanos y extranjeros, dispuestos a seguir posicionando la trova como una de las vertientes sonoras más ricas a nivel internacional, que siempre ha expresado el amor y nobles sentimientos.
En esta ciudad hay mucho talento, se ve en las calles, en la gente que espontáneamente ofrece su sonrisa y se mueve con un ritmo natural, eso me inspira, manifestó Sasaki, a la vez que resaltó la preferencia de muchos de sus coterráneos por la trova, portadora de un lenguaje universal.
Mientras, la joven santiaguera Dayesi Cordero, comentó que el festival es una magnífica oportunidad para fomentar la apreciación estética del género, el cual no pocos de sus contemporáneos consideran música para públicos de edades avanzadas, debido al desconocimiento y el constante consumo de patrones sonoros modernos.
Desde el 15 de marzo último, la urbe santiaguera acogió conciertos y descargas en teatros y espacios abiertos, incluidas populares barriadas, además de intercambios teóricos que incentivaron el debate sobre los orígenes, estado actual de la trova y las acciones inmediatas para consolidarla, con apego a sus esencias.
El festival, que lleva el nombre del padre de la canción trovadoresca y el bolero en Cuba, estuvo dedicado este año al aniversario 150 del natalicio del también virtuoso músico Sindo Garay, y a las 55 ediciones ininterrumpidas del evento, único de su tipo en la Isla.
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